Santa Cruz de Tenerife se viste de luto tras la pérdida de uno de sus personajes más queridos y emblemáticos: Juan Manuel Báez Cejas, conocido cariñosamente como “El Papito del Carnaval”. Su legado y su espíritu festivo permanecerán en el corazón de quienes tuvieron la suerte de conocerlo y compartir momentos inolvidables a su lado.

Juan Manuel no solo fue un protagonista del afamado carnaval de Santa Cruz, sino que se convirtió en un símbolo de alegría y compañerismo. Su participación en las festividades, donde desplegaba su carisma y autenticidad, dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de la ciudad. La esencia de su personaje traspasó generaciones, inspirando a muchos a seguir la tradición del carnaval con pasión y alegría.

A lo largo de los años, “El Papito del Carnaval” se destacó no solo por su indiscutible talento, sino también por su calidez humana. Era un amigo de todos, siempre dispuesto a compartir una risa, un abrazo o un consejo. Su energía desbordante y su amor por la fiesta lo convirtieron en una figura que permanecerá en la historia del carnaval tinerfeño.

La comunidad de Santa Cruz se une en estos momentos difíciles para ofrecer su más sentido pésame a la familia de Juan Manuel. Un buen amigo se ha ido, pero su recuerdo vivirá por siempre en el carnaval y en el corazón de quienes lo conocieron. “Vuela alto hacia la gran fiesta de carnaval”, expresan muchos, deseando que su espíritu alegre siga brillando en cada celebración venidera.

Hoy, alzamos la mirada al cielo y enviamos un fuerte abrazo a Juan Manuel. Su legado perdurará entre risas y colores en cada edición del carnaval que se celebre en Santa Cruz. Su ausencia se sentirá profundamente, pero su alegría vivirá en cada nota, en cada disfraz y en cada sonrisa que el carnaval regala. Hasta siempre, Papito del Carnaval. ¡Que la fiesta continúe en el cielo!

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