Luto en el mundo de la cultura por el adiós de Juan Galarza Cabrera. Nacido en el Puerto de Santa María en 1932, su familia se trasladó a Tenerife siendo él un niño, isla donde se dio a conocer como un creador prolífico y polifacético, con una dimensión que traspasó las fronteras de lo local. Siempre ligado a la plástica, destacó en la docencia, el cartel, la caricatura, la escenografía, el pergamino y el dibujo publicitario, aunque fue sin duda como acuarelista como obtuvo más reconocimiento. Su actividad expositiva no solo limitó a las Islas, llegando su obra a la Península, Filipinas, Japón y Puerto Rico.
Fue profesor de Dibujo, Plástica y Pretecnología en el antiguo Colegio San José de Calasanz, en San Miguel de Geneto; y en la Escuela Municipal de Acuarela, abierta en 1985 en el Parque Cultural Viera y Clavijo de la capital tinerfeña. Profesor de Dibujo por la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla y perito mercantil, fue miembro de número de las Agrupaciones de Acuarelistas de México, Canarias y Cataluña y del Instituto de Estudios Colombinos, así como de la Agrupación Vanguardista Hispana de Caricaturistas Personales (Avccp). Formó parte de la Agrupación Francisco Borges (1959), Agrupación de Acuarelistas Canarios (1961), el Grupo Obsidiana (1978) y la Asociación Canaria de Humoristas Gráficos y Caricaturistas.
Fue en ocho ocasiones autor del cartel del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife (1962, 1963, 1964, 1968, 1978, 1980, 1981 y 2008). Igualmente fue autor de decenas de carteles de celebraciones populares.
Fue medalla de plata en el Salón de Dibujo Deportivo Humorístico (Ancona, Italia, 1979), primer premio del Concurso de Carteles del Centenario de la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife (1959) y tercer premio en el Certamen Internacional de Caricatura Personal (1990) de la capital tinerfeña.
Su relación con el mundo de la publicidad empezó con la primera empresa de anuncios luminosos que se estableció en Tenerife, Iris Neón, para continuar en la Litografía Romero y Diana Publicidad.
Colaboró desde los años 60 con los periódicos El Día, Jornada Deportiva o Deportes 7 Islas, entre otras publicaciones, con viñetas humorísticas e ilustraciones, faceta que prolongó hasta 2005, dedicada nuevamente a la caricatura, con la publicación de su obra en La Opinión de Tenerife, igual que anteriormente en el semanario Azul y Blanco y en La Gaceta de Canarias.
En 2020 ilustró el libro ‘El ascenso que transformó al CD Tenerife’, con una serie de retratos de todos los protagonistas de la gesta deportiva que hizo posible, en 1989, el salto a la Primera División del referido equipo de fútbol.
A toda esta variada actividad en el campo de las artes plásticas une la realización de varios centenares de pergaminos para distinciones de, entre otros, el Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife, Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, Parlamento de Canarias o la Universidad de La Laguna.
Fue coautor, junto al escultor Miguel Padrino, del bajorrelieve que preside el frontispicio de la iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes, en el barrio homónimo de La Laguna.
Amante del paisaje, reflejó como pocos la naturaleza de Canarias. Autor de sólidos fundamentos, su obra partía de un respecto absoluto por el trazo y los colores. En los cimientos de su obra siempre estaba presente un dibujo cuidado. Su dominio de la técnica era el resultado del estudio de los fundamentos de la pintura.
Queda para el futuro ubicar esta figura en el contexto de los pintores canarios del siglo XX, reclamando el lugar que él nunca pidió. Deja un legado de consideración, digno de un profundo estudio.
Juan Galarza trabajó hasta una edad muy avanzada, dejando la pintura solo al final de sus días, a medida que la salud le fue abandonando. El pintor dejó de crear, pero su obra permanece, su mensaje perdura. Sus creaciones nos seguirán hablando y su contemplación nos seguirá revelando detalles que antes nos pasaron desapercibidos.