Tres personas fallecían en las últimas 24 horas en Lanzarote, dos en el Hospital Molina Orosa y una lo hacía en su casa. Esta última fue de forma súbita y por patologías graves previas. El Gerente del Hospital lanzaroteño, José Luis Aparicio, señala que hoy ha sido un día triste para la isla. “Tenemos que lamentar el fallecimiento de tres personas, de edad superior a loa 75 años. Llevábamos varios días sin fallecimiento y esto ha sido un jarro de agua fría”.
La presión sanitaria del Orosa sigue siendo alta. “Hemos enviado dos personas al Hospital Insular de Gran Canaria y salvo que se nos vuelvan a complicar mucho nuestras UCIS, tenemos cuatro montadas, no tenemos previsto enviar a nadie más”, explica Aparicio. “Estamos contando con la ayuda de intensivistas que vienen de La Candelaria”.
Lo cierto es que el personal sanitario no aguanta más, algunos internistas estaban haciendo 8 guardias al mes, por lo que se ha recurrido a otros hospitales de Canarias para que presten personal. “Son siete compañeros intensivistas y viene uno cada día de la semana, las guardias se están haciendo de dos en dos, lo que quiere decir es que cubren las siete guardias”, explica.
Todos los índices en Lanzarote por el Covid 19 son altos, los peores de Canarias. “La situación es mala, y ahora mismo tenemos 19 pacientes ingresados en la UCI”, explica. “Nuestra UCI normal es de diez camas, así que estamos a un 190% de ocupación, hemos estado peor, pero esta situación sigue siendo mala”.
José Luis Aparicio espera que se siga con la Alerta 4 en Lanzarote para evitar relajamientos en Carnavales que podría provocar una cuarta ola que ya pondría aún más contra las cuerdas al Hospital conejero. “Las medidas están funcionando, la situación ha mejorado un poco, pero no va en paralelo a la presión que tenemos en la UCI. Es lo normal. Si ahora ocurriera un milagro y se produjera una mejoría impresionante, y no se enfermara nadie más, los pacientes que tenemos en la UCI, seguirían estando ahí, al menos un mes”.