«Marsella y los marselleses no se merecen esto», consideró el alcalde, Benoît Payan, quien se mostró indignado después de que 6.500 personas participaran el domingo en un carnaval no autorizado cerca del Viejo Puerto de la ciudad. El hecho de que la fiesta se celebrara en plena pandemia ha provocado una ola de indignación y críticas en Francia por «la irresponsabilidad» de sus participantes. La mayoría de ellos eran jóvenes y no llevaban mascarilla ni respetaron la distancia social.

«La actitud egoísta de algunos irresponsables es inaceptable. Deberán pagar por sus actos ante la Justicia», advirtió Payan. «Nada justifica que se destruyan los esfuerzos colectivos para erradicar el virus», añadió. «Ni declaración en la prefectura ni mascarillas ni distancia física. Irresponsabilidad total de los participantes del carnaval de La Plaine en Marsella en plena crisis sanitaria», opinó también Frédérique Camilleri, prefecta de la Policía de Bocas del Ródano, el tercero departamento más poblado de Francia y cuya ciudad más importante es Marsella.

La convocatoria se había publicado en internet y las redes sociales. No era ningún secreto. «El Carnaval ha llegado», proclama la web Marseille Infos Autonomes, anunciando la hora y lugar del evento. En 2020, la fiesta fue cancelada por la epidemia, pero el domingo miles de jóvenes disfrazados, la mayoría de ellos sin mascarilla, desfilaron, bailaron y se divirtieron por las calles del centro de Marsella sin respetar las normas vigentes para frenar los contagios.

Y al final la fiesta degeneró. La Policía dispersó a los manifestantes y lanzó gases lacrimógenos. Nueve personas fueron detenidas por «tirar proyectiles, violencia contra las fuerzas del orden y por destruir el mobiliario urbano», anunció la Policía.

Sin camas UCI
Michèle Rubirola, número dos del Ayuntamiento de Marsella, invitó a todos aquellos que participaron el domingo en el carnaval a que vayan a hacerse la prueba del covid. «No hay suficientes camas en las UCI ni vacunas», recordó Rubirola, quien instó a los marselleses a seguir respetando los gestos barrera.

Francia se encuentra en plena tercera ola de coronavirus, que ayer tambien afectó a las ministras de Cultura, Roselyne Bachelot, y de Transportes, Elisabeth Borne, que dieron positivo. Por ahora se descartan otros contagios en el Gobierno, ya que las reuniones del gabinete se hacen por videoconferencia.

Este fin de semana el Ejecutivo se vio obligado a confinar Paris y otros quince departamentos ante el deterioro de la situación sanitaria por el avance de la cepa británica y para evitar un colapso de los hospitales. Es un cierre más ligero que los dos anteriores. En todo el territorio nacional sigue vigente el toque de queda entre las 7 de la tarde y las 6 de la mañana.

Francia presenta una tasa de incidencia de 315 por cada 100.000 habitantes. Desde que comenzó la pandemia hace un año personas han muerto 92.305 personas.

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