El Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío de Madrid se convirtió en el epicentro del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife este miércoles, desde las ocho de la tarde hasta la medianoche, gracias a la organización del Organismo Autónomo de Fiestas, liderada por el concejal Javier Caraballero. La velada, que duró cuatro horas, fue un despliegue de color, música y alegría, con la presencia destacada de la reina de las carnestolendas 2024, Corina Mrazek, y sus cuatro damas de honor.

La fiesta se abrió con la actuación de la comparsa Bahía Bahitiare, ganadora del primer premio de Presentación y accésit de Ritmo y Armonía en la edición anterior. La orquesta Maquinaria Band, por su parte, llevó al público en un viaje musical que evocó la esencia del Carnaval, haciendo que todos los presentes se sintieran parte de una celebración vibrante.

Desde el primer acorde, la energía se apoderó del teatro. Maquinaria Band interpretó temas emblemáticos que hicieron vibrar a los asistentes, quienes disfrutaron de un repertorio que incluía clásicos del Carnaval. La música en directo fue el hilo conductor de la noche, comenzando con una obertura dirigida por Paula Álvarez y producida por Yeray Piñero. Esta presentación culminó con la interpretación del himno del Carnaval, “Santa Cruz en Carnaval”, en una espectacular colaboración entre la orquesta y la comparsa.

Los invitados también tuvieron la oportunidad de capturar momentos especiales en un ‘photocall’ instalado a la entrada, donde posaron junto a la reina y su corte de honor, luciendo impresionantes trajes y tocados que reflejan la creatividad y el arte del Carnaval. La noche fue un continuo homenaje a la cultura canaria, donde cada actuación y cada sonrisa contribuía a crear una atmósfera mágica.

La fiesta, a la que asistieron un centenar de embajadores, sirvió como un anticipo de lo que se vivirá en la próxima edición de las fiestas tinerfeñas. El concejal Javier Caraballero estuvo acompañado por Alfonso Cabello, viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias y su predecesor en el cargo, subrayando la importancia de la colaboración entre las instituciones para promover y celebrar la riqueza cultural de Canarias en la península.

En definitiva, el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife se erigió como el verdadero corazón de la Fitur en Madrid, recordando a todos que la vida es un carnaval y que la alegría de estas fiestas trasciende fronteras, llevando un pedacito de Tenerife a la capital española. La noche fue un claro ejemplo de cómo la música, la danza y el espíritu festivo pueden unir a las personas en una celebración que, sin duda, quedará grabada en la memoria de quienes la vivieron.

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