El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria continúa desojando la Margarita para encontrar un espacio en la ciudad que se adapte a las necesidades técnicas que requiere unas fiestas como el Carnaval capitalino Ante la imposibilidad de llevarlo a cabo en el emblemático Parque de Santa Catalina, debido a las obras de construcción del paso subterráneo y la estación de la Metroguagua, y la negativa de la Autoridad Portuaria de cederle el espacio en el muelle de Sanapú, pocas son las alternativas que se vislumbra a tan solo 7 meses para las fiestas.

Habrá que negociar con los abonados del aparcamiento del Rincón
Una de las opciones que ya se barajó en la edición de 2024 fue el aparcamiento Intermodal del Rincón, no obstante, este emplazamiento fue desechado por la negativa de los abonados del parking y el trastorno que podría generar ocupar un lugar donde a diario aparcan casi 1.500 vehículos. Salvo que el ayuntamiento negocie con estos socios y SAGULPA y logre desbloquear esta zona, las posibilidades se cierran y comienza a tomar interés la zona periférica de la ciudad.

Otro de los lugares que en principio se ha descartado es la Plaza de la Música, el gobierno del Partido Popular del exalcalde Juan José Cardona celebró en este lugar las fiestas, debido a la negativa de llevarlo a cabo en el Parque Blanco, pero lo reducido de la zona generó un efecto de rechazo por parte de la población, este extremo fue muy criticado por la actual concejala de Carnaval, Inmaculada Medina, por lo que no parece que este emplazamiento sea el elegido por el actual gobierno municipal.

¿7 Palmas?
La opción no es tan descabellada porque ya en el aparcamiento anexo al Estadio de Gran Canaria se celebra diferentes festivales y se ha convertido en un enclave estable para conciertos, además muy cerca se instala la Feria de Navidad por lo que permitiría continuar la idea de ofrecer a la ciudadanía diferentes espacios de celebración

El lugar, por capacidad y volumen, reúne con las características necesarias para las carnestolendas, no obstante, hay considerables diferencias entre un festival de dos días de duración a unas fiestas que se desarrollan durante casi un mes y necesitan planes de seguridad y movilidad eficientes.

En definitiva, que todavía queda más de medio año para el Carnaval 2025, pero ya el Ayuntamiento debería valorar espacios amplios que permitan celebrarlo con todas las garantías y sin improvisación, la llegada del Carnaval, después de los problemas de los últimos años, debería retomar su esencia y una nueva dimensión enriqueciendo la oferta cultural de la ciudad y fomentando la participación de los residentes de todos los rincones de la capital, el objetivo, debería ser encontrar una ubicación que minimice los inconvenientes de una fiesta que si no se pone remedio perderá su naturaleza.

COPE

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