Terminó la apoteósica noche de bailes del viernes en Santa Cruz de Tenerife y, mientras los más trasnochados iban a sus casas a dormir, los equipos de limpieza trabajaban a destiempo para preparar la ciudad para el ansiado Carnaval de Día de ayer sábado. El fiestón carnavalero terminaría empatando con la noche de despedida de Don Carnal, dándole sentido a la frase que dicta que en la capital tinerfeña bailan “las calles de noche y de día”, en esta edición que la fiesta chicharrera dedicó a Nueva York, la ciudad que nunca duerme, como Santa Cruz en Carnaval.

Eran las 12.00 horas de este sábado cuando el rugir del Carnaval volvió a latir en Santa Cruz a ritmo de batucadas, que se desplegaron en la capital para recibir a los más fanáticos de la fiesta de día, una modalidad que gana en auge y en adeptos año tras año.

Los característicos tambores y el paso de las comparsas abrieron boca y contagiaron a los miles de fiesteros que comenzaron a ocupar las calles para disfrutar de los bailes multitudinarios programados por el Ayuntamiento santacrucero, protagonizados, entre otros artistas, por las K-Narias, King África, David Civera, Tony Tun Tun, La India, Coyote Dax, Óscar de León, Melody, Jadel o Dasoul. El ambiente festivo y familiar del Carnaval de Día imperó durante toda la jornada, que fue ganando participantes con el paso de las horas.

Las actuaciones promovidas por la Concejalía de Fiestas hicieron disfrutar a miles de personas bajo la atenta mirada del Sol, mientras que las murgas, entre otros grupos carnavaleros, fueron improvisando escenarios callejeros para ofrecer sus actuaciones en puntos clave de la ciudad, como la calle La Noria, Cortefiel -en la Calle Castillo- y las escaleras del Teatro Guimerá. A las 15.00 horas no cabía un alfiler en la plaza de La Candelaria y alrededores, pero lo mismo ocurría en otros enclaves céntricos, como la plaza del Príncipe.

Afortunadamente, fallaron las previsiones meteorológica, que anunciaron la probabilidad de chubascos ocasionales, y el buen tiempo se mantuvo durante todo el día. Las aglomeraciones, aunque numerosas, permitieron que las personas pudiesen bailar y bromear sin tener sensación de agobio. A las 17.00 horas, La India consiguió reunir a gran parte de los fiesteros en la avenida de Francisco La Roche para cantar junto a ella sus grandes éxitos. Ya a las 18.00 horas, Bambones y Diablos Locos se volvieron a reunir, tal y como hicieron el año pasado, en las escaleras del Teatro Guimerá, esta vez acompañados por Triquikonas, en la que supuso su primera actuación desde 2020, momento en el que pararon por la COVID-19.

Los bailes, el humor y la diversión siguieron hasta altas horas de la madrugada en el que fue el mejor colofón para el Carnaval del regreso. Ahora, toca preparar la próxima edición, que volverá a transformar a Santa Cruz en la ciudad que nunca duerme en Carnaval.

Joel Ramos Diario de Avisos

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