Por segunda vez en menos de un año, el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife vuelve a protagonizar la lucha contra la pandemia. El espacio ubicado a las afueras de la capital tinerfeña ha dejado de ser un lugar de ocio y encuentro para amantes del Carnaval, la tecnología, las bodas o los coches antiguos para poner su granito de arena con el objetivo de frenar el avance del coronavirus. La Consejería de Sanidad ha levantado el campamento base de vacunación masiva en el equivalente a un cuarto del espacio de este recinto, de más de 3.000 metros cuadrados, en el que ha habilitado 20 puestos de vacunación con sus mesas, sus ordenadores y, sobre todo, sus vacunas.

Aunque por lo pronto solo tres están funcionando, el espacioso lugar promete ser uno de los puntos neurálgicos de esta campaña de vacunación, la más importante de las últimas décadas. En el día de ayer, el Recinto Ferial abrió sus puertas para recibir a personas de 60 a 69 años, que son uno de los grupos prioritarios en la actual estrategia de vacunación del Servicio Canario de la Salud (SCS) y del resto de España.

Verónica Pavés eldia.es

 

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