La teldense Dayanara Hernández, con 18 años recién cumplidos, es muy familiar y tiene claro que el carnaval es su vida y llegó para quedarse. Ganó este sábado la gala con la fantasía ‘Abrazar la vida’ y su meta desde niña es ser reina del carnaval capitalino y «estaré allí». A los 6 años se subió a una pasarela y se sintió «como en casa». Con el de Maspalomas suma 3 coronaciones como reina, dos en galas infantiles en 2016.
¿Qué se le pasó por la cabeza cuando escuchó su nombre como ganadora de la gala de la reina Maspalomas?
Todo el trabajo que hemos tenido durante meses. Todos los días, desde septiembre estamos trabajando en este proyecto las 10 personas que están detrás. La diseñadora, Grisela Guardia, mis amigos, mis padres, Lolo Hernández y Esmeralda Suárez. Han estado a tope conmigo. De eso me acordé.
Al final pudieron entregarle el cetro.
Sí. Yo la verdad me enteré antes de que había una confusión. Alguien lo dejó encerrado en un armario. Ni idea. Pero eso sí, me gustaría quedármelo para mí. Es precioso.
La familia ha sido muy importante.
Mi familia es lo más importante. Vivo en casa de mis padres y desde chiquitita disfruto el mundo del carnaval con ellos. Lo llevamos dentro. Íbamos a todas las galas, desde la reina infantil, a la adulta, a las cabalgatas, a todo. Cumplí 18 años en noviembre y desde los 16 estoy en este mundo de los certámenes de galas de la reina del carnaval. Y en las que he ganado, mi hermano mayor Irione siempre ha sido el primero en saltar al escenario para felicitarme.
Le inculcaron entonces el mundo del carnaval. De hecho, ya fue reina de la gala del carnaval infantil en la capital de Gran Canaria y en la de Maspalomas en 2016. Un doblete ese año.
Desde chiquitita ya quería presentarme a la gala de reina adulta del carnaval de la capital. Si, el de mayores. Y así empecé, Aunque soy de Telde, empecé al presentarme a la gala de la reina infantil en 2016, primero de Las Palmas y lo gané y solo a los 15 días me presenté en el de Maspalomas y también fui reina. Eso sí, con mi idea clara: participar en el de Las Palmas de Gran Canaria, pero la adulta. Tenía claro desde muy niña que quería estar en este mundo. Lo de bailar con plumas, las piedras de colores, purpurina. Todo eso me encanta. También me vinculo a la comparsa, donde he estado años. De hecho, el baile es mi gran afición también.
¿Pero cómo logró ser dos veces reina del carnaval infantil en solo 15 días?
Fue toda una locura. Yo desde niña también quería ser princesa. Cuando el diseñador Kevin Rodríguez me propuso presentarme, me preguntó si tenía alguna idea para el traje. Se lo dije y lo tenía: uno de princesa. Le dije, o voy de princesa o no voy a ningún lado. Y me diseñó el de la fantasía de la Cenicienta. Con ese gané en la capital en 2016. De repente, a Kevin se le ocurrió la idea en el momento de que podríamos presentarnos en el de Maspalomas también. Vio posibilidades y asumió el reto. Pero claro, la fantasía del vestido tenía que ser inédita. Y en 15 días, lo logró. Se lo curró mucho. No se cómo. Me creó el nuevo vestido, nos fuimos y nos coronamos también en Maspalomas.
Y en el intervalo entre 2016 y este 2024 cuando se ha vuelto a coronar, ¿Qué ha hecho?
He hecho muchas pasarelas como modelo y prepararme. Me he presentado en muchas galas también en pueblos y en la de Miss Las Palmas, un certamen internacional y quedé fuera por poco, era la sexta y solo podían competir cinco. Fue otra experiencia más para llegar a donde quiero. He estudiado peluquería y estética y trabajo en la peluquería de mi padre. Además, me he formado en ciclos de maquillaje profesional y mi idea es continuar formándome en estos campos. Hay que ser siempre profesional y estar preparada para el futuro. Mi idea es continuar con esta profesión. Ahora, si Dios quiere, el año que viene me verán en la gala de la reina del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Llegué para quedarme. Estando encima de un escenario me siento como en casa. Ahora solo espero que alguien me esponsorice y listo. Tengo a mi lado a Grisela. Ella me vio cuando gané en 2016 y ya me enfiló. Desde entonces es una más de la familia.
Lo lleva en la sangre.
Sí. Cuando me subí por primera vez a una pasarela fue en un pase de modelos en las fiestas del barrio de Guanarteme con 6 años. Fue subirme y tener claro que este mundo era lo mío. Es mi camino. Soy una pizpireta. Ya me gustaba todo el mundo del maquillaje y la peluquería desde pequeña. Mi padre tiene la peluquería Lolo, en Jinámar, donde vivimos. De niña le decía a mi padre, péiname. Me quedaba quieta, quieta mientras me peinaba. Y claro, mi padre contento por su sueño de que a mi me gustara. Y ahora, desde que estoy en este mundo no me bajo.
¿Cuáles son sus objetivos?
El primero: quiero decirle a las niñas que sienten miedo a presentarse a estos certámenes que no lo tengan. Tú puedes hacerlo. Si yo pude, tú puedes. Si tienes la oportunidad de tu vida, aprovéchala. Hazlo. No tengas miedo nunca, ni vergüenza, porque es una experiencia de vida. Por ejemplo, tengo una amiga a la que todo le da miedo y desde aquí le digo que haga lo que le gusta. Mis padres me inculcaron siempre ser generosa, y en este mundo competitivo hace falta serlo.
¿Ya tiene la agenda que la comprometen durante su reinado este año?
Me la dieron ya. Empiezo el jueves con los actos del carnaval de Maspalomas y luego no paro.
¿Tiene representante?. ¿Comida favorita?
No todavía no. Pero me hará falta tenerlo. Todos los platos que lleven carne y también mucho los espaguetis.
Sus aficiones.
El baile de comparsas y también el gimnasio. Y me gusta mucho estar en familia cuando salimos todos a comer, al carnaval. Somos una piña.
Debilidades.
Soy muy llorica. Lloro por casi todo. Veo algo triste en la tele o a mi lado y ya empiezo.
Pepa Pallarés