Casi doscientas personas secundaron la invitación de CC a los grupos del Carnaval y a personas vinculadas a la fiesta para presentar su cinco propuestas de cara a los próximos cuatro años, si mantienen el gobierno tras el 28M.
Por encima de todo, una máxima. José Manuel Bermúdez, alcalde de la capital tinerfeña en los últimos once años, lanzó un aviso a los vecinos del centro que amenazan la celebración del Carnaval en la calle, como ha ocurrido en Las Palmas de Gran Canaria, donde los tribunales le han dado la razón y lo obliga a sacar de la zona residencial: «Mientras yo sea alcalde el Carnaval no se toca». Y punto, le faltó decir al candidato de CC.
Eso antes de desgranar los cinco puntos sobre los que pivotará el próximo Carnaval si está en manos de los nacionalistas: una escuela o proyecto educativo para fomentar la renovación generacional de los grupos y ahondar en el valor educativo de la fiesta; la búsqueda de un solar de un mínimo de 10.000 metros cuadrados en el término municipal de Santa Cruz que se destinará a un complejo para los locales de ensayos –sin que sea demoler y reconstruir el antiguo mercado de La Salud–; una renovada organización del Carnaval, la promoción exterior y externalización de la fiesta –para lo que pidió la complicidad de su compañera y candidata de CC a la Presidencia del Cabildo, Rosa Dávila– y la puesta en marcha de la industria y ferias de Carnaval.
Bermúdez se presentó arropado por tres concejales de Fiestas, Dámaso Arteaga –que integra la lista del Cabildo–, y Gladis de León y Alfonso Cabello, números dos y tres en la candidatura de CC a la Alcaldía de Santa Cruz. Además, puso a Besay López, fundador y director del grupo coreográfico Crew of Dreams, como exponente de la nueva generación movilizando a un centenar de jóvenes en Santa Clara y que acompaña a Bermúdez en la lista, al igual que el director artístico Javier Caraballero, el comparsero de Cariocas Miguel Pérez… o carnavaleros como Dámaso Arteaga, José Alberto Díaz-Estébanez o el propio alcalde.
Tras pedir disculpas por los errores fruto de organizar dos carnavales en seis meses, superar la pandemia y hacer en 2023 el mejor Carnaval de la historia, pidió el voto para dar paso a un brindis que cambió los bocadillos de mortadela por los de La Garriga.
Humberto Gonar