La ciudad de Telde ya disfruta de su Carnaval. Unas carnestolendas que se celebrarán hasta el próximo 13 de marzo bajo la temática del Circo y que el vecino y carnavalero Arnaldo Ojeda pregonó este viernes, hace tan solo unos minutos, en la plaza de Los Llanos.

Desde el quiosco de este recinto público y con una decoración muy circense, pasadas las 20.15 horas, y ante una nutrida concurrencia de público y autoridades con el alcalde Juan Antonio Peña al frente, Arnaldo Ojeda, ataviado con una preciosa alegoría celeste Amadeus, dio el pistoletazo de salida a estos fastos recordando cómo se vivían en Telde los carnavales de la postguerra. En unos años 50 y 60 en los que disfrazarse estaba prohibido tanto por las autoridades civiles como por las religiosas.

Sin embargo, en Telde, en los albores de los años cincuenta, bajo el mandato del alcalde Manuel Álvarez Cabrera, gozaron de “plena libertad”, recordó Ojeda.

El pueblo llano burlaba estas prohibiciones y al caer la tarde salía a la calle con disfraces sencillos y haciendo popular la voz de “me conoces mascarita”. Las mascaritas visitaban a sus vecinos, que los obsequiaban con tortillas de carnaval.

Ya bajo el amparo de la oscuridad de la noche, las mascaritas se atrevían a ir más allá, hasta la Fraternidad, El Casino o incluso El Callejón del Castillo, los que antaño eran los epicentros de los Carnavales de Telde. En la Frater, si las mascaritas tenían suerte los esperaba el portero para darles las bienvenida. Pero si las cosas no iban como esperaban, allí estaba el sargento Martelito para darles un espantón.

Entre esos amantes del carnaval, expuso Arnaldo Ojeda, los había con identidad reconocida. Vicente el de la calle Palmito, que era el primero en anunciar el carnaval ataviado con una sábana, o el Raspa, quienes salían a la calle a cara descubierta.

Había disfraces de todos los tipos, de angelitos, demonios, astrónomos, mosqueteros, bailarinas o payasos. Dando rienda suelta a un derroche de imaginación que tuvo continuidad durante varios años.
Arnaldo Ojeda dibujó una gran serpiente carnavalera que se extendía por diferentes puntos de la ciudad, llenando de colorido y diversión sus calles desde La Barranquera a Arauz o al callejón de la Gran Parada y en la que participaban, entre otros muchos, la familia del Caminero, los Melián Barros, la peña del Molino de Fuego, la familia Caldera, los López Ruiz, Ascanio Sosa, vecinos de la calle Palmito, Adriana y Norberto Ojeda, Lucana Betancor, Domingo Perera, Yayita Monzón, Marilola Mújica, Antonio Ravelo, José Mauricio Cruz, Casilda, Yoyo, Carmelo Martín, Carmen Sosa y el propio pregonero.

A principios de los sesenta llegaron aires de cambio de la mano del baile del twist que tan famoso se hizo a nivel mundial y que tuvo su protagonismo en Telde en los carnavales de 1961, en la Frater.
Por último, el pregonero se despidió recordando a su tía la modista Paquita Ojeda Falcón, persona creativa e inquieta y artífice de sus disfraces. Y también a los concejales Delfín Álvarez Ascanio y José Germán Betancor Falcón.

Desfile anunciador y Carnaval en la calle
Antes del prregón, desde las 18.00 horas, el DJ Oliver Reina amenizó la tarde en la zona comercial de Los Llanos y a las 19.30 horas hubo un colorido y vibrante desfile anunciador con los grupos del carnaval desde el parque Franchy Roca. Después de las palabras de Arnaldo Ojeda, a las 21.30 horas, estaba programado en la misma plaza la celebración del Carnaval en la calle con Son Alegre, DJ Oliver Reina y Aisho Ortega.

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