El escenógrafo Alberto Trujillo vuelve a los Carnavales de Las Palmas de Gran Canaria. El artista diseñará el escenario de Los Carnavales del Mundo de 2024 pese a que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aún no ha concretado en qué lugar se celebrarán las galas y concursos de las carnestolendas después de que el parque Santa Catalina haya quedado inhabilitado por las obras de la metroguagua. La fiesta comenzará el 26 de enero y está previsto que finalice el 18 de febrero del próximo año.
El artista, que ha estado apartado de las carnestolendas capitalinas desde el año 2016, regresa a la fiesta más importante de la ciudad, declaradas el pasado año de Interés Turístico Internacional, en un momento de renovación total. El último escenario que proyectó el artista para los festejos fue el de 2016, con el Carnaval de Los locos años 20, en el que ideó un gran salón de baile para el parque de Santa Catalina inspirándose en la novela El Gran Gastby, del norteamericano de F. Scott Fitzgerald.
Su regreso al Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria es una de las novedades de la próxima edición de 2024. El pasado mes de agosto, la concejala de Carnaval Inmaculada Medina ya anunció la incorporación del productor Josué Quevedo como director artístico de Los Carnavales del mundo después de que Israel Reyes decidiera emprender otros caminos profesionales tras 18 años al frente de las galas y concursos.
Es todo lo que ha trascendido hasta el momento sobre Los Carnavales del Mundo de 2024. Desde la concejalía de Carnaval, se indicó este lunes que “hasta que el espacio no esté cien por cien confirmado” no se informará sobre el resto de las cuestiones relacionadas con la fiesta. Lo más probable es que el escenario se ubique en la zona de El Rincón a tenor de las palabras de la responsable de las fiestas hace unos días en la comisión de Pleno de Organización, Funcionamiento y Régimen general, en la que indicó que ya se había hablado con el centro comercial Las Arenas, Sagulpa y los vecinos de la zona.
Larga trayectoria
El interiorista Alberto Trujillo es todo un veterano en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, en el que ha estado trabajando más dos décadas. Primero, como parte de la organización del Carnaval y sobre el escenario del Teatro Pérez Galdós, donde antaño se celebraba la gala de elección de la Reina (1982, 1987 y 1992) y, posteriormente, en el parque de Santa Catalina cuando este se convirtió oficialmente en el epicentro de las carnestolendas. En 2006, fue nombrado Hijo predilecto por la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
El artista trabajó de 1995 a 2007 y luego de 2012 a 2016. Casualmente, durante los mandatos del Partido Popular de José Manuel Soria, Pepa Luzardo y Juan José Cardona, donde se consagró como un artista de las carnestolendas. Tanto por la grandiosidad de sus escenarios como por el realismo y detalle que marcó en cada uno de ellos.
Alberto Trujillo se incorporó a la organización del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria en 1995, en el mandato de Emilio Mayoral, tras el fiasco de la fiesta que se organizó en la playa de Las Canteras. Trujillo convirtió el parque Santa Catalina en un escenario de Hollywood, como si de la entrega de los Óscar se tratara. Para ello, contó con la ayuda de maestros falleros, quienes construyeron doce estatuas de grande dimensiones que llegaron desde Valencia. De dichos profesionales se nutrió durante años dado que en aquellos momentos no había en la isla personal especializado en la creación de esculturas de cartón piedra.
En 1996 diseñó un templo romano para el carnaval dedicado al Imperio Romano, que superó el tamaño del anterior, en el que instaló una gran cuadriga en la parte alta de la puerta por donde salían las candidatas a Reina del Carnaval, cuyos caballos han salido en más de una ocasión como atrezo en posteriores carnavales. Y en 1997 se superó al incluir la Casa de Turismo dentro del escenario ideado para el Extremo Próximo como una pagoda más.
En 1998, el año en el que las gradas del público se ampliaron, Trujillo convirtió el escenario de Santa Catalina en un paisaje extraterrestre, lleno de platillos volantes y de marcianos, para dar vida al Carnaval Universal. En 1999, el año en que el fallecido empresario José Toledo trajo a las carnestolendas a Dana Internacional, la cantante israelí ganadora del Festival de Eurovisión de 1998, el escenógrafo creó un gran teatro para El Gran musical.
Posteriormente, vendrían los dedicados al El Antiguo Egipto, El Circo, El Caribe, El rock, Memorias de África, El Quijote, Latino y La Belle Epoque.
Con la llegada del socialista Jerónimo Saavedra (2008-2011), Alberto Trujillo desaparece del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. En esos años, el escenario recae en la maestría de Víctor Medina y Hamid Blell. Tras este parón, el escenógrafo retoma el trabajo con el carnaval dedicado a El Cómic (2012). Luego vendría el Gran Baile de Máscaras, El Mundo de la Fantasía, Las Mil y una noches y Los locos años 20.
Alberto Trujillo llegó a esbozar el escenario de 2017, pero Promoción de la Ciudad, en manos de la nueva corporación socialista, decidió sacar por primera vez a concurso el escenario del Carnaval lo que sorprendió al artista. Un certamen que ganó el equipo XhoXb, que diseñó un paisaje psicodélico para ‘La eterna primavera’, y al que Trujillo no acudió.
Tras el equipo XhoXb, que repetiría al año siguiente, llegaría el escenógrafo Carlos Santos y el interiorista Sergio Macías, que ha trabajado en las últimas tres ediciones. El pasado año sin que se llevará a cabo el concurso público por las prisas en que se montará el escenario tras la pandemia y tras confirmarse que Santa Catalina no estaría ocupado por la metroguagua, aunque con la confianza de la organización del Carnaval por los méritos y la experiencia del artista.
El interiorista ha creado otros escenarios al margen del Carnaval como el musical Querido Néstor, en recuerdo de Néstor Álamo que produjo el grupo Mestisay o para la celebración de las fiestas de Los Dolores del barrio de Schamann de Las Palmas de Gran Canaria. También ha creado interiores para hoteles, oficinas, empresas y casas particulares.
Lourdes S. Villacastín 