El Carnaval 2024, dedicado al mundo de la televisión, supondrá el fin de ciclo no solo de Alfonso Cabello al frente de la organización sino también de Enrique Camacho, quien fuera en director artístico desde 2015 –cuando se puso por primera vez al frente de la gala infantil– y de todos los actos a partir de la edición siguiente, con la salvedad de 2020, año de la socialista Patricia Hernández en la Alcaldía, cuando apostó por María Díaz y Marco Marrero.

Cuando el alcalde José Manuel Bermúdez elaboró su candidatura para las elecciones del pasado 28 de mayo se decantó por Javier Caraballero como concejal de Fiestas, lo que supuso renunciar al sucesor de Camacho que comenzó a preparar Gladis de León cuando depositó su confianza en el diseñador como escenógrafo de los decorados del Carnaval 2017, 2018 y 2019, apuesta en la que abundó Alfonso Cabello, quien luego le encomendó como director Navidad, Reyes, Mayo y Habaneras.

Ya al término del Carnaval de febrero el propio Enrique Camacho había anunciado su negativa a continuar al frente de la dirección artística. Tras la constitución del nuevo equipo de gobierno, Bermúdez confirmó lo que parecía un secreto a voces, el relevo de Cabello al frente de Fiestas, para tomar el mando Caraballero.

En las tres últimas semanas el nuevo responsable de la organización –diseñador, escenógrafo y director artístico antes que concejal– citó a Camacho para saber su predisposición a seguir, o no, lo que dio paso a diferentes contactos, entre ellas dos reuniones con el propio alcalde. Finalmente, se impuso el no porque Camacho pedía una garantía mínima de continuidad de dos años que se topó con el deseo de Caraballero de cambiar de director, que inicialmente ofreció un Carnaval y luego accedió a dos años, pero solo con la encomienda de la gala inaugural y de la elección de la reina; la elección infantil y de los mayores así como la regiduría estarían en otras manos. De esta forma Caraballero pretendía hacer efectivo el cambio de ciclo mientras Camacho tutelaba a su sucesor. Claro que eso se traduciría en un incremento presupuestario, pues cada director tendría su propio equipo.

El director artístico y el concejal de Fiestas fueron compañeros de equipo en el pasado, con Enrique al frente de la gala y Caraballero, de escenógrafo, y el Carnaval de julio 2022 responsable de la regiduría de concursos. Pero las tornas se han cambiado y Camacho insistió en pedir dos años para poder asumir la rentabilidad que supone renunciar a otros proyectos profesionales para dedicarse con la intensidad que le caracteriza a preparar el Carnaval. El argumento se topó con la negativa, una y otra vez, de Caraballero, que insiste en el cambio de ciclo, con la única posibilidad de que tutelara Camacho al elegido por el concejal de Fiestas. Pero no hubo acuerdo.

En paralelo a esos contactos, Caraballero mantuvo alguna conversación con Elvis Sanfiel, uno de los baluartes en los que pivotó el concejal de Fiestas cuando fue director artístico en la gala de la reina mayo –cuando trajo a Blanca Paloma– o en el Carnaval de Día del pasado febrero, cuando resucitó cantantes del Caribe Mix de comienzos del siglo. Este encuentro nada tuvo que ver con la encomienda de la dirección, por más que alimentó la rumorología.

También han existido conversaciones con Josué Quevedo, el director artístico del Carnaval de Maspalomas y diseñador de Las Palmas de GranCanaria que lo ha ganado todo en las dos últimas ediciones en la modalidad de Presentación del concurso de murgas, tanto adultas como infantil de Santa Cruz de Tenerife.

Quevedo es el deseado para suceder a Israel Reyes, que deja la dirección artística de Las Palmas de Gran Canaria después de 18 años.Asumir el reto de reinventar la fiesta gala sería un sueño para el artista de La Isleta aunque no como un cheque en blanco, más allá que en alguna entrevista haya admitido: «Santa Cruz entiende y sabe mucho de Carnaval».

Pero el escenógrafo de la próxima edición en Santa Cruz se da por hecho que será Carlos Santos, también de Gran Canaria. Y ya casi solo faltaría sumar a la concejala Inma Medina. De ahí que el nuevo concejal chicharrero, tras no llegar a un acuerdo con Camacho, esté en la búsqueda de director artístico para el Carnaval de la televisión.

A Javier Caraballero no solo le mueve conseguir un responsable artístico de renombre, sino en particular valora los equipos no solo pensando en la gala de elección de la reina adulta, sino también en aras de garantizar éxito en el espectáculo infantil o de los mayores, o concursos, que podrían seguir en manos de Yaiza Suárez.

Y es que Caraballero fue director artístico antes que concejal; la decisión se prevé que la adopte en la primera semana de agosto. Asegura no tener prisas ni sentir presión, máxime porque es el primer año de los cuatro de mandato y tiene el aval de cuantos reclaman el cambio de ciclo. El sucesor de Camacho deberá resolver en febrero si la mejoría es para mejor, o para peor. Diferente, seguro.

Humberto Gonar eldia.es

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