La murga Desbocados se convirtió en la gran sorpresa de la presentación del disfraz de la murga Burlonas, celebrada el pasado sábado en el Auditorio de Arafo. El conjunto dirigido por Juani Padilla, que el jueves anterior había anunciado mediante un comunicado su decisión de no concursar en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife 2026, protagonizó uno de los momentos más emotivos de la noche.
Pese a la reciente renuncia al concurso, Desbocados decidió mantener su participación en la cita organizada por Burlonas, donde se transformó en el epicentro de la velada. La murga de La Cuesta Piedra logró conmover no solo a sus propios componentes mientras interpretaban su actuación, sino también a todo el público asistente, que siguió cada estrofa con el corazón encogido.
En varios momentos, la emoción fue palpable. Algunas voces se quebraron y más de una lágrima se escapó tanto dentro como fuera del escenario. La complicidad del público y el respeto del resto de murgas presentes sirvieron de sostén en los instantes más delicados, recordando el impacto que Desbocados ha generado en sus dieciséis años de historia carnavalera.
Como colofón, la murga recibió un pasillo de honor formado por los componentes de los grupos invitados, entre ellos Zeta-Zetas y, por supuesto, las anfitrionas Burlonas. Los aplausos se prolongaron durante largos segundos, en un gesto que simbolizó el cariño y reconocimiento que el mundo murguero profesa a Desbocados en un momento clave para su futuro.
La noche dejó claro que, concurso o no, Desbocados sigue siendo una murga capaz de tocar el alma del Carnaval.