Tenemos la suerte de haber estado en diferentes lugares tanto nacionales, como en Europa y resto del mundo.
Pero sentirse en casa es diferente.
Tocar en Lanzarote es algo muy especial.
Si además tenemos la fortuna de hacerlo con una artista conejera tan extraordinaria como Rosana, en un momento tan importante para ella cómo ser pregonera en la tierra que le vio nacer, lo hace único.
Muchas gracias Rosana por pensar en nosotros, ha sido un auténtico placer.
¡¡Gracias infinitas!!