La rambla de Mesa y López se ha convertido desde este jueves 4 de septiembre en un museo al aire libre que recorre la evolución gráfica del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. La exposición, que permanecerá instalada hasta principios de octubre, reúne por primera vez los carteles anunciadores de las 50 ediciones de la fiesta, incluyendo todas las propuestas candidatas para la edición de 2026 “Las Vegas” y el diseño ganador de Néstor Santana Benítez.
La alcaldesa Carolina Darias, acompañada por la concejala de Carnaval Inmaculada Medina y el director artístico Josué Quevedo, inauguró personalmente la muestra que captura la esencia de cinco décadas de creatividad y tradición festiva. “Esta exposición es un viaje en el tiempo que acerca a la ciudadanía los carteles que han anunciado el Carnaval desde 1976 hasta el que representará nuestro aniversario de bodas de oro”, destacó Darias durante el recorrido.
La muestra funciona como un doble homenaje: por un lado, a la historia visual de la fiesta, y por otro, a los artistas y creadores que han plasmado con su talento la identidad cambiante de cada edición. Desde el misterioso “Olimpo” hasta la energía de “Los Juegos Olímpicos” —tema de la última edición—, los carteles reflejan no solo estilos artísticos sino también contextos sociales y culturales de cada época.
La concejala Medina subrayó el valor simbólico de la exposición: “Queremos repasar 50 años de un formato contemporáneo que define libertad, transgresión, tolerancia y convivencia. Cada cartel es una ventana a cómo hemos celebrado, soñado y creado comunidad”.
El diseño expositivo permite un recorrido cronológico que comienza con el cartel de “Las Vegas” 2026 y retrocede en el tiempo hasta 1976, ofreciendo una experiencia inmersiva que ya ha comenzado a atraer a carnavaleros, turistas y curiosos. Muchos se detienen frente a los carteles que marcaron su juventud, compartiendo anécdotas y recordando épocas doradas de la fiesta.
La exposición no solo celebra el pasado, sino que también mira al futuro: las próximas generaciones pueden descubrir cómo el Carnaval ha sido, y sigue siendo, un termómetro cultural y artístico de la ciudad. Un legado de 50 años que se renueva cada febrero, pero que, desde hoy y hasta octubre, tiene su altar en el corazón de Mesa y López.