La veterana murga Ni Pico-Ni Corto encara un momento de transformación dentro del carnaval, al dar el paso hacia la modalidad mixta. La decisión marca un cambio en la trayectoria de una de las agrupaciones más reconocidas de la fiesta, que busca adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia.

La presidencia recae en Fino Díaz, figura con experiencia en el ámbito murguero, quien estará acompañado por Lucas Rojas en la dirección musical y de montaje. Junto a ellos se suma un nombre cargado de simbolismo: Lorenzo Marichal, que será el director artístico y vuelve a la formación décadas después de haberla conducido a lo más alto en 1994, año en el que alcanzaron su primer premio de Interpretación.

Con esta renovación, Ni Pico-Ni Corto se propone mantener la fuerza crítica y el humor que la caracterizan, pero enriquecidos ahora con las voces femeninas que aportarán una nueva dimensión sonora y escénica. Sus responsables aseguran que esta apuesta busca no solo evolucionar en lo artístico, sino también abrir espacios de mayor diversidad e inclusión dentro del concurso murguero.

El regreso de Marichal, junto al liderazgo de Díaz y Rojas, ha despertado expectativas entre aficionados y seguidores de la murga, que esperan ver cómo esta nueva etapa consolida el legado histórico del grupo y, al mismo tiempo, lo proyecta hacia el futuro del carnaval.

 

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