Para las murgas, la Navidad no es solo un tiempo de festejo, sino también el momento en que el año entrante comienza a tomar forma entre risas y brindis. La murga Los Lengüetudos mantuvo su tradición ininterrumpida, celebrando su cena navideña en el lugar que consideran su verdadero hogar: su local de ensayo.
“Mejor que en casa, en ningún lado”, proclamaron en sus redes sociales, rodeados de la complicidad que solo años de camino compartido pueden forjar. Este espacio, definido como aquel “donde los sueños se hacen realidad”, sirvió una vez más de escenario para reafirmar los lazos del grupo y para encender la chispa de la próxima aventura.
Pero la noche iba más allá del mero reencuentro. En un ambiente cargado de expectación, la agrupación dio el pistoletazo de salida oficial al Carnaval 2026 con la presentación exclusiva para la “familia murguera” de su nueva fantasía. El acto fue descrito como “una noche llena de ilusión y fantasía”, manteniendo un intrigante hermetismo sobre los detalles concretos.
El anuncio, acompañado de un “¿Nos habremos superado este año?” lleno de guiño y orgullo, ha desatado la curiosidad entre sus seguidores. La pregunta flota ahora en el aire: ¿Qué rumbo tomarán los Lengüetudos? ¿Renovarán su sátira mordaz? ¿Explorarán una nueva estética? Lo que es seguro es que la presentación interna generó una ola de entusiasmo y confianza dentro del grupo, el primer combustible necesario para el largo trabajo creativo que les espera.
Esta transición entre la celebración del año que termina y la semilla del que comienza es un ritual vital para la salud de las agrupaciones. La cena en el local no es un simple festejo; es un acto de reafirmación de identidad y de proyección de futuro. Es donde se recuerda por qué se empezó y se visualiza adónde se quiere llegar.
Con la ilusión ya encendida y el equipo más unido que nunca, Los Lengüetudos cierran el 2025 con la mira puesta en el horizonte del 2026. El camino hasta el escenario del Carnaval es largo y exigente, pero han dado el primer paso con la certeza de hacerlo desde casa, el único lugar donde los sueños de cartón, lentejuela y crítica social empiezan a tejerse para, eventualmente, hacerse realidad.