La música no solo se escuchó; se sintió. La histórica Sociedad Democracia de Arrecife vivió una noche de emoción compartida con el concierto de la Parranda Marinera de Los Buches, un evento que desbordó el aforo y confirmó el profundo vínculo entre el grupo y el público. La velada fue un diálogo musical donde cada aplauso prolongado y cada silencio atento sellaron un reconocimiento comunitario.
El repertorio, un viaje sonoro por el ciclo de Entrudo que comenzó el pasado 8 de diciembre, dejó atrás las tonadas de labor marinera para abrazar el pulso pícaro y burlesco del carnaval antiguo. Ataviados con el tradicional traje de buchero y buchera —conocido popularmente como “campón”—, los artistas tejieron un programa que funcionó como un mapa afectivo de la memoria portuaria de Lanzarote.
Canciones que son bandera
Piezas arraigadas en el imaginario colectivo, como “Chiquilla mía”, “Vals marinero” o “La batea del gofio”, resonaron en la sala no como meras interpretaciones, sino como actos de evocación colectiva. La música se erigió, una vez más, en el hilo conductor de una pertenencia identitaria, un archivo vivo transmitido de generación en generación.
Uno de los instantes más significativos llegó con el reconocimiento al trabajo de revisión y actualización de algunas letras. Los Buches explicaron la reformulación realizada en 2023 a “Niña bonita”, con el objetivo de eliminar residuos machistas de versiones pretéritas. Este gesto de cuidar la tradición desde la conciencia del presente fue acogido con calurosa aprobación por el público, subrayando una filosofía clara: lo popular puede y debe aspirar a la excelencia y la dignidad.
Colaboración institucional y sentido comunitario
El acto, posible gracias al apoyo del Ayuntamiento de Arrecife y su Concejalía de Actos y Eventos, sirvió también para destacar el papel de la Sociedad Democracia como casa cultural y refugio de la vida asociativa. El presidente de Los Buches, Juan Antonio Machado, enfatizó la importancia de “fomentar lazos entre entidades de primer nivel para conservar nuestra cultura originaria y evitar que se pierda nuestra identidad”. Desde la organización se dedicó también un saludo emotivo a los Ranchos de Pascua, custodios del folclore navideño.
La dirección artística de David Machado y la dirección musical del maestro Roberto Gil guiaron una propuesta donde intervinieron como solistas Sergio Betancort, Manuela Fernández, Juan Hernández, Mario Betancort, Joel Diana y Mencey Rodríguez, acompañados por un amplio elenco de músicos y coristas. Ambos directores compartieron una reflexión que resumió la esencia de la noche: la música y el espíritu de Los Buches solo alcanzan su pleno sentido cuando el público los hace suyos y los lleva en el corazón.
Un camino hacia el Patrimonio de la Humanidad
Más que un concierto aislado, esta velada representa un paso firme en la hoja de ruta que Los Buches han trazado en los últimos tres años hacia su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Una apuesta que se sostiene en la recuperación rigurosa y documentada del patrimonio, pero sobre todo en su práctica viva y compartida.
La noche en la Sociedad Democracia dejó una certeza: la tradición, cuando es cuidada y sentida, no es un museo estático, sino un espacio de encuentro donde una ciudad, en comunidad, puede escucharse y reconocerse a sí misma.