La Murga Los Sombreritos, una de las agrupaciones más queridas y arraigadas en la tradición local, ha demostrado una vez más que la unión y la alegría son la mejor receta para mantener vivas las costumbres que tanto valoran. Después de años participando en su tradicional viaje anual, este año han elegido un destino que parece sacado de un cuento: Calatañazor.
El encantador pueblo, conocido por su historia y su belleza singular, sirvió como escenario para una jornada llena de risas, buenos momentos y amistad. Los miembros de la murga, acompañados por amigos y seguidores, disfrutaron de un día en el que el tiempo pareció detenerse, permitiendo que las historias y los buenos deseos fluyeran sin prisa.
En palabras de los propios integrantes de Los Sombreritos, “Gracias, amigos, por seguir haciendo de cada encuentro una historia para recordar”. La pasión por mantener vivas las tradiciones y el espíritu de camaradería quedó patente en cada rincón de Calatañazor, donde la alegría y el buen rollo fueron los protagonistas indiscutibles.
Este encuentro anual no solo refuerza los lazos entre los miembros de la murga, sino que también sirve como un recordatorio de la importancia de preservar las tradiciones que nos unen y enriquecen culturalmente. Con optimismo y entusiasmo, Los Sombreritos ya miran hacia el próximo año, asegurando que “será aún mejor”.
El viaje a Calatañazor ha sido, sin duda, una muestra más del compromiso de esta agrupación con sus raíces y su comunidad. La historia continúa, y las risas compartidas en cada encuentro siguen siendo el mejor testimonio de que las tradiciones, cuando se celebran con buena compañía, permanecen eternas.
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