Vecinos de La Isleta y del entorno del mercado del Puerto, liderados por la federación de asociaciones de vecinos Pacto Vecinal, dieron en la noche de este martes los primeros pasos para tratar de organizar un frente común contra la celebración de los mogollones del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria en la calle Eduardo Benot. Las molestias por ruido, los problemas de convivencia y las dificultades de movilidad vuelven a ser los argumentos esgrimidos para reclamar el traslado de esta fiesta a otro punto de la ciudad donde no genere molestias a la vida cotidiana de ciudadanos y ciudadanas.
El carnaval de Las Palmas de Gran Canaria de 2025 ubicará los chiringays en la plaza de La Luz y los mogollones en el entorno del mercado del Puerto, en concreto, en las calles Agustín Millares Sall y Eduardo Benot, mientras que la feria de atracciones se instalará en la plaza de Manuel Becerra. Fuera del ámbito de La Isleta, el carnaval de día estará en la trasera del parque de Santa Catalina, mientras que las galas se llevarán al parque del Estadio Insular.
En algunos sectores vecinales de La Isleta ha molestado que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria vuelva a traer la fiesta a esta parte de la ciudad. Por eso, con la experiencia que atesoraron el año pasado, y el tiempo que no tuvieron entonces, han empezado a recabar apoyos para conseguir una oposición más fuerte a la celebración de los carnavales. El martes que viene volverán a reunirse a las 18.30 horas, también en la trasera del mercado del Puerto, para seguir avanzando en su estrategia.
«No estamos en contra del carnaval», explicó el coordinador de Pacto Vecinal, José Antonio Martín Mesa, a la treintena de ciudadanos y ciudadanas que se dio cita en la trasera del mercado del Puerto en la tarde de este martes, «pero que se celebren donde no molesten a nadie».
Creen que están a tiempo de parar los planes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y conseguir que se busque una nueva ubicación. Y confían en que la denuncia presentada en los tribunales acabe en una prohibición de celebración de los carnavales en esta parte de la ciudad, tal y como lograron antes los vecinos del entorno de Santa Catalina y de Vegueta.
«Tenemos tiempo para conseguir una suspensión cautelar», prosiguió el representante vecinal.
Una moto en casa
Los denunciantes expusieron los datos de los niveles de ruido que sufrieron los vecinos de la parte baja de La Isleta en los carnavales del año pasado. Así, mostraron mediciones en casas de La Naval con niveles entre los 77 decibelios y los 103 decibelios, cuando el límite está entre los 30 y los 45, en función de si es de día o de noche; en otras de la calle Juan Rejón, donde se obtuvieron registros que oscilaron entre los 56 decibelios y los 77 decibelios; y en domicilios de Roger de Lauria, en los que se tomaron mediciones entre los 67 decibelios y los 88 decibelios.
Los datos fueron medidos en las diferentes actuaciones programadas. De acuerdo al informe que tienen los vecinos, el nivel sonoro máximo se alcanzó con la actuación de Dj Sammyto (103 decibelios) , mientras que Tony Tun Tun alcanzó en algún momento los 84 decibelios, y el desalojo del espacio y la limpieza llegaron a los 82 decibelios en un portal de la calle La Naval.
Los 103 decibelios soportados por los vecinos en el último carnaval de Las Palmas de Gran Canaria son como si tuviera en el salón de su casa una moto con escape libre.
En la reunión estuvieron presentes también algunos empresarios de negocios de restauración de la zona, quienes mostraron su preocupación por el impacto que tendrán los mogollones o la instalación de los baños públicos en sus bares.
Otros vecinos plantearon sus dudas por el espacio disponible para organizar los mogollones. «Vamos a tener el carnaval en la ventana de nuestra casa, pues que lo haga en la suya», refirió otro asistente respecto de la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias.
En el encuentro estuvo también el portavoz del Foro por La Isleta, Félix Alonso, quien resaltó la necesidad de que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria encuentre un lugar específico para celebrar el carnaval todos los años. El Foro se mostró dispuesto a colaborar con los vecinos siempre que no existan intromisiones políticas.
Javier Darriba