El anuncio de la eliminación del voto del público en la elección de la Reina del Carnaval 2026 ha abierto un profundo debate dentro de la comunidad carnavalera. Mientras los diseñadores han respaldado la medida, voces como la de Alexis Amaya, fundador de dormitorum, la califican de “involución” que afecta al carácter popular de la fiesta.
El peso de la tradición versus la profesionalización
Amaya, cuya firma presentará a la influencer Cecy Wallace como candidata en la próxima edición, reconoce los argumentos técnicos detrás de la decisión: “A veces el público no vota a la mejor fantasía, sino por simpatía al diseñador, a la candidata o incluso a la marca”. Sin embargo, defiende que “el Carnaval no deja de ser una fiesta del pueblo y el público tiene que intervenir, aunque sea de una forma simbólica”.
El empresario propone una solución de compromiso: “Podrían haberlo reducido, haberlo dejado en un diez por ciento, por ejemplo, pero eliminarlo de raíz es un error. Lo que se ha quitado es una forma de participación que enriquecía la gala y generaba conexión con la ciudadanía”.
Impacto en la estrategia de las marcas
La desaparición del voto popular obliga a las empresas patrocinadoras a replantear sus estrategias de comunicación. “El hecho de pedir el voto era una manera de comunicarnos con la gente, de estrechar un lazo”, explica Amaya. “Nos obligaba a ser creativos, a estar presentes en la calle y en las redes, a inventar fórmulas para acercar la fantasía al público”.
A pesar de este cambio, dormitorum mantiene su apuesta por Cecy Wallace, decisión que según Amaya fue tomada mucho antes del anuncio de la eliminación del voto popular. “Con Cecy llevamos trabajando desde hace tiempo. Ha colaborado en campañas, en inauguraciones, incluso en un pódcast. Sabíamos que ser candidata era un sueño para ella y quisimos apoyarla”.
Transparencia y nuevas oportunidades
Amaya reconoce un aspecto positivo en la medida: “Al final, gane quien gane, no habrá suspicacias”. No obstante, cuestiona la consistencia del argumento: “En los jurados también se dan situaciones discutibles: maquilladores que trabajan con candidatas y con miembros del jurado, colaboraciones previas… Son cosas que siempre han ocurrido y nadie dice nada”.
La firma dormitorum, que ha destacado por sus innovadoras campañas de comunicación, enfrenta ahora el reto de adaptarse al nuevo escenario. “Cuando se cierran puertas, se abren otras, pero no deja de ser una pérdida”, reflexiona Amaya, quien anuncia que presentarán candidatas tanto en Santa Cruz como en Las Palmas, demostrando así su compromiso con ambos carnavales canarios.
El debate sobre el voto popular refleja la tensión constante entre la preservación de las tradiciones y la modernización de los certámenes, un equilibrio que los organizadores deberán gestionar para mantener la esencia de una fiesta que se define a sí misma como “del pueblo”.