Esta semana ha denunciado la formación política Ciuca-Ciudadanos para el Cambio, varias irregularidades detectadas en la concejalía de Festejos que tienen asombrados a los ciudadanos de Telde.
Todo parece indicar que se han perdido los más mínimos resquicios de honestidad y ética pública y el mal ejemplo cunde en un grupo de gobierno absolutamente permisivo con las malas praxis detectadas “por ahora” en Festejos.
La gestión del político que debiera ser de entrega ejemplar al servicio público y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, como nos enseñaron los griegos hace dos mil años, se está convirtiendo en una escalada de trinques y dispendio del dinero de todos.
Toca aplaudir la gestión del grupo de Ciuca y de su portavoz, Juan A. Peña, para que estas cosas salgan a la luz, para que los ciudadanos se enteran de quienes y como malgastan el dinero público.
Ahora toca seguir adelante hasta el final y dirimir responsabilidades, para acabar con el “trapicheo”, porque cuando alguien mete la pata, debe tener una derivación penal o política.