La Casa del Carnaval volvió a convertirse este fin de semana en epicentro de la fiesta, la música y la tradición con motivo de la celebración del Plenilunio, una jornada que inundó de ritmo y color los exteriores del museo.

Las actuaciones de las murgas Guachinquietas, Guachipanduzy, Los Mamelones, Los Bambas y Los Castorcitos animaron el ambiente, ofreciendo un espectáculo lleno de energía y entusiasmo que hizo vibrar tanto a niños como a adultos. Las voces y letras murguera resonaron entre risas, disfraces y aplausos, recordando que el espíritu del Carnaval sigue muy vivo durante todo el año.

Desde la organización del evento se destacó la importancia de mantener viva esta tradición desde edades tempranas. “El Carnaval de nuestra ciudad se vive, se enseña y se transmite desde la infancia. Porque el Carnaval es Cultura”, señalaron los responsables.

El evento, enmarcado dentro de la programación del Plenilunio, reafirma el papel de la Casa del Carnaval como espacio educativo y cultural de referencia, donde las nuevas generaciones aprenden y disfrutan de una de las manifestaciones populares más queridas de Santa Cruz.

Con actividades como esta, la ciudad demuestra una vez más que el Carnaval no se limita a febrero: es una forma de vida que se celebra, se comparte y se aprende cada día.

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