El gobierno municipal de Las Palmas de Gran Canaria ha asignado de manera provisional todas las competencias de la concejala Inmaculada Medina —quien renunció a su acta el pasado viernes al estar siendo investigada en el marco del ‘caso Valka’— al edil Francisco Hernández Spínola, hasta ahora concejal de Presidencia, Hacienda, Modernización y Recursos Humanos y principal apoyo de la alcaldesa, Carolina Darias. Mediante un decreto firmado este lunes, Spínola suma a sus responsabilidades las áreas de Coordinación Territorial, Aguas, y, de manera destacada, Carnaval y Fiestas.

La decisión, que deberá ser refrendada en el próximo Pleno municipal de diciembre, convierte a Hernández Spínola en una suerte de ‘superconcejal’ en un momento especialmente sensible para la ciudad: la planificación y organización del Carnaval 2025, uno de los eventos de mayor impacto turístico, económico y social de la capital grancanaria. El edil lanzaroteño mantendrá estas competencias “en tanto se procede al nombramiento de nuevo concejal o concejala de gobierno”, según establece el decreto.

La salida de Medina —que gestionaba el Carnaval desde la pasada legislatura— obliga a Darias a una reestructuración que los grupos municipales y el sector festivo observan con atención. Aunque no se ha hecho oficial, se especula con que, una vez se nombre al sustituto de Medina —previsiblemente Alexis Rodríguez, siguiente en la lista electoral del PSOE—, la cartera de Carnaval podría integrarse en el área de Cultura, actualmente dirigida por Josué Íñiguez, o en la de Deportes, a cargo de Carla Campoamor. Esta última opción plantea dudas sobre la posible redistribución de competencias en Seguridad, tradicionalmente vinculada a Fiestas Mayores.

Un desafío en plena cuenta atrás
La designación provisional de Hernández Spínola garantiza la continuidad administrativa en un momento clave. La organización del Carnaval, que moviliza a cientos de miles de personas, implica la coordinación de múltiples departamentos, la contratación de servicios, la logística de los concursos oficiales (como la Gala de la Reina y el Drag Queen) y la gestión de la seguridad ciudadana. La experiencia de Spínola en Presidencia y Hacienda podría aportar una visión transversal y presupuestaria esencial en este período.

Desde la Federación Regional de Peñas y Asociaciones del Carnaval y diversos colectivos de murgas y comparsas se ha reclamado en los últimos años una mayor estabilidad y diálogo en la concejalía responsable. El relevo, aunque temporal, abre una ventana de incertidumbre que el gobierno municipal deberá gestionar con celeridad para no afectar a los plazos de un evento que ya está en marcha.

El Ayuntamiento mantiene por el momento silencio sobre la reestructuración definitiva. Lo que parece claro es que, en las próximas semanas, la cartera de Carnaval y Fiestas se convertirá en uno de los focos de la política local, en un año en el que la fiesta busca consolidar su recuperación tras ediciones marcadas por restricciones y su aspiración a reforzar su proyección internacional.

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