El Auditorio Alfredo Kraus ha sido el escenario en el que se desarrolló anoche el acto institucional de Honores y Distinciones que la ciudad celebró con motivo del 543 aniversario de su fundación y en el que reconoció a veintiséis personalidades e instituciones. Así, se otorgó el título de Hijo/a Predilecto/a Benito Pérez Galdós, a título póstumo también a Paco España, Francisco Morera García, Angélica Castellano Suárez, Fernando Méndez, Félix Juan Bordes y Joaquín Sagaseta. Además, se destacó a Ana Wagener, Isabel Torres, Lola Rodríguez, Sabrina Vega Gutiérrez, Domingo Gutiérrez, Lisandro Hernández Montes, Miguel Ángel Montenegro Larrán, Manuel Lobo Cabrera.

De igual modo se otorgó el título de Hijo/a Adoptivo/a a Guillermo Mariscal, Germán Suárez Domínguez, ambos a título póstumo, y también a Fernando Fraile González, Amós García Rojas, Soledad Izquierdo López y Luis Peña Quintana.

Por último se concedió la Medalla de Oro de la ciudad a la Unidad de Trasplante Cardiaco de Gran Canaria, Guaguas Municipales, Juan José Cardona González, el Colegio Alemán Deutsche Schule, el IES Alonso Quesada, y la Escuela de Arte y Superior de Diseño Gran Canaria.

Tras la entrega de los reconocimientos y la palabras de Sabrina Vega en nombre de los distinguidos, intervino el alcalde Augusto Hidalgo.

El regidor capitalino, tras dar la bienvenida a los presentes, comentó que si siempre el aniversario de la fundación de la ciudad «supone un momento gozoso, en esta ocasión lo es aún más, después de haber atravesado un año muy difícil marcado por una pesadilla mundial».

Añadió que «recuperamos este acto institucional para mostrar el agradecimiento y reconocimiento de la Ciudad a los hombres, mujeres y entidades que, por su contribución personal y labor en beneficio de la comunidad han merecido ser distinguidos». Y a continuación dedicó unas palabras a «aquellos a quien no pudimos honrar mientras estaban entre nosotros», destacando Benito Pérez Galdós.

Hidalgo prosiguió señalando que este acto supone «la oportunidad de reflexionar sobre el significado de la fiesta como expresión de la necesidad espiritual y humana de disfrutar de una celebración» en la que se recuerda «la gesta histórica de aquel 24 de junio de 1478».

Apuntó que «hoy, tras los acontecimientos del último año, permítanme que al recuerdo de donde venimos una también algunas reflexiones al debate generado sobre el pretendido cambio de paradigma en el modelo de ciudad que debemos perseguir para ser aún más fuertes ante las futuras adversidades» y señaló que «mucho se ha hablado» de «cómo el Covid-19 nos obliga a plantearnos cómo necesitamos que sean las ciudades del futuro».

Aludió a que «hace casi un siglo, Le Corbusier, ante la presión demográfica» publicó ‘Las ciudades del futuro’. «Resulta curioso cuando menos, observar cómo a pesar del tiempo transcurrido, muchos de sus planteamientos se mantienen vigentes», dijo.

«Para Le Corbusier, procurar el encuentro con la naturaleza era un objetivo necesario para que el ser humano pudiera desarrollarse armónicamente en un entorno urbano» y «al tiempo, y de forma contradictoria, fue un exponente del gigantismo planificador».Añadió que «es ese enfoque contradictoriamente deshumanizador, de la destrucción para regenerar, uno de los retos pendientes a reconducir en las ciudades del siglo XXI».

Dijo que «las ciudades del futuro deben ser inteligentes» y «sostenibles». Y «la sostenibilidad de los espacios urbanos es un estimulante reto».

Expuso que «debemos plantearnos si el crecimiento exponencial de los asentamientos humanos» son «una amenaza definitiva para el ecosistema» y que «única respuesta está en la tecnología aplicada a la gestión urbana para que el crecimiento sea sostenible en términos económicos y medioambientales».

Además, mencionó a William McDonough, que dijo que «si las ciudades lograran ser eficientes y al mismo tiempo mejores (…) podrían llevarnos hacia el futuro que queremos». Apuntó que «cuando la pandemia nos sorprendió» ya «llevábamos tiempo transitando hacia la senda de la sostenibilidad».

Pero «para llegar a ser mejores» la «transformación integral que requiere, debemos hacerla colocando a la ciudadanía en el foco» y lograr «una urbe inteligente, pero sobre todo humana». Para ello, «convivencia y diversidad son los términos que nos valdrían para definir un modelo de ciudad» que «deberá ser igualitaria e inclusiva», contar «cada vez más con la opinión de la ciudadanía» y responder «adecuadamente a las necesidades de lo que hoy ocupa más de la mitad de su población, las mujeres».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *