El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha establecido que los conciertos nocturnos durante el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria solo podrán realizarse después de las dos principales galas del evento: la elección de la Reina y la Gala Drag. La decisión, emitida por la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, anula una sentencia previa y respalda el acuerdo alcanzado en 2015 entre el Ayuntamiento y los vecinos de la zona.

Fallo judicial con efectos futuros

La sentencia surge a raíz del recurso presentado por la comunidad de propietarios Simón Bolívar, quienes se opusieron al concierto del artista Carlos Baute, celebrado el 25 de febrero de 2023 en el Parque Santa Catalina. Los residentes argumentaron que el espectáculo violaba lo pactado años atrás, ya que no estaba vinculado a ninguna de las dos galas principales.

El acuerdo de 2015 establecía que, durante las fiestas, solo se autorizaban actuaciones nocturnas en el parque si formaban parte de los eventos posteriores a la Gala de la Reina (celebrada ese año el 24 de febrero) o a la Gala Drag (3 de marzo). Sin embargo, el Ayuntamiento permitió el show de Baute en una fecha intermedia, lo que motivó la demanda vecinal.

Críticas a la gestión municipal

El TSJC ha reprochado al Consistorio por ignorar los términos del convenio al organizar el Carnaval. Los magistrados destacaron que la planificación de estos eventos requiere anticipación y no puede modificarse unilateralmente en perjuicio de los residentes. Además, señalaron que en enero de 2023 se llegó a proponer a los vecinos tolerar hasta seis conciertos hasta las 3:00 de la madrugada, algo que excedía los límites acordados.

La sentencia también condena al Ayuntamiento al pago de 1.500 euros en costas y a reembolsar los 2.010 euros que la comunidad gastó en mediciones acústicas durante el Carnaval de 2023, tal como estipulaba el acuerdo.

Vecinos celebran la decisión

Los residentes de la zona han valorado el fallo como una victoria en su lucha por preservar sus derechos. Yomara García, portavoz de la comunidad, recordó que el pacto de 2015 fue homologado judicialmente y no admite cambios arbitrarios. “No vamos a permitir que se flexibilicen las condiciones año tras año, afectando nuestro descanso”, afirmó.

La resolución, aunque susceptible de recurso de casación, sienta un precedente para futuras ediciones del Carnaval, reforzando que cualquier actuación musical nocturna en Santa Catalina deberá ajustarse estrictamente al calendario de las dos galas principales.

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