La celebración del quincuagésimo aniversario del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria se verá empañada por la inesperada reducción de participantes en su concurso de comparsas. Lo que se anticipaba como una edición histórica, con diez agrupaciones en disputa, ha perdido parte de su atractivo tras confirmarse la baja de varias formaciones clave.
Entre las ausencias más significativas se encuentra la de Lianceiros, que tras cumplir una sanción de un año, no logrará materializar su esperado regreso. Aunque los motivos concretos de su decisión no han sido revelados, se confirma que la agrupación no estará presente. Parte de sus integrantes continuarán en otros proyectos, pero la formación original no podrá deleitar al público.
Otra pérdida importante es la de Cubatao, que había expresado su intención de participar incluso sin opciones de competir oficialmente, debido a no alcanzar el número mínimo de componentes exigido. Sin embargo, incluso ese acto de puro amor por la fiesta finalmente no se hará realidad.
Estas deserciones lastiman el espíritu de una celebración que se preveía especialmente vibrante. La organización, que había anunciado con entusiasmo la cifra récord de diez grupos, ve ahora cómo el escenario se quedará más vacío de lo esperado. La falta de su ritmo, color y armonía se hará notar, dejando una inevitable sensación de nostalgia entre los fervientes seguidores.
No obstante, el Carnaval es, por naturaleza, resiliente. La ilusión no se apaga, sino que se transforma en esperanza. El público siempre está dispuesto a recibir con los brazos abiertos a sus comparsas, y la fiesta nunca cierra sus puertas definitivamente. La confianza en un retorno futuro, cargado de aún más fuerza y alegría, permanece intacta. Porque el Carnaval, y su gente, así lo merecen.