La reciente pérdida de Domingo Álvarez Febles, uno de los cronistas más emblemáticos del deporte canario y español, ha dejado una huella imborrable en el ámbito periodístico y deportivo. Con un estilo sobrio, preciso y respetuoso, Álvarez supo transformar la manera en que se narraban los eventos deportivos en los medios públicos, recuperando y fortaleciendo el papel del ente en la divulgación de la historia y cultura deportiva de Canarias.
Desde su fallecimiento anoche a causa de un cáncer de colon, en Santa Cruz de Tenerife, donde descansarán sus restos en el Servisa Tanatorio, su figura destaca por su compromiso con la profesionalidad y la ética, atributos que marcaron su carrera y su legado. Álvarez, nacido en 1964, fue testigo y narrador de la evolución de múltiples generaciones de deportistas canarios y nacionales, dejando un recuerdo imborrable en quienes lo conocieron y en quienes disfrutaron de su trabajo en los medios.
Un recorrido dedicado a la comunicación deportiva
Su inicio profesional se remonta a 1980, en Radio Juventud de Canarias, desde donde dio el salto a Radio Nacional de España en 1988. En 1989, tras la fusión de Radio Cadena Española con RNE, fue designado jefe de deportes, marcando el comienzo de una trayectoria que lo llevaría a cubrir seis ediciones de los Juegos Olímpicos: Barcelona 1992, Atlanta 1996, Sidney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012. En estas citas, su relato combinó sencillez y precisión, logrando captar la esencia de cada evento sin recurrir a metáforas vacuas, sino confiando en un lenguaje directo y respetuoso con la audiencia.
Su trabajo también abarcó los grandes torneos internacionales de fútbol, como los mundiales de Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Corea-Japón 2002, además de los mundiales de baloncesto en España 1986, Indianápolis 2002 y Japón 2006, donde España conquistó el oro. En el ámbito local, su firma quedó registrada en programas como Estadio 7, Marcador Canario y Telecanarias Segunda Edición, además de colaborar en espacios nacionales como Estudio Estadio y Grada Cero.
Liderazgo y contribución institucional
Más allá de las ondas, Álvarez asumió roles directivos en RTVE, siendo director de Radio Nacional en Canarias entre 2009 y 2012, y posteriormente al frente del Centro de Producción de Canarias de RTVE, cargo que ejerció hasta 2022. Su liderazgo y visión institucional ayudaron a fortalecer la presencia del deporte y la cultura deportiva en los medios públicos, apostando por recuperar eventos tradicionales como el Carnaval y las campanadas de Fin de Año, consolidando así la identidad del ente público en la comunidad.
Reconocimientos y valores humanos
A lo largo de su trayectoria, Domingo Álvarez fue reconocido con galardones como el premio a la Mejor Labor Radiofónica en dos ocasiones, además de recibir la Insignia de Oro de la Asociación de la Prensa Deportiva de Tenerife y la distinción Juego Limpio a nivel nacional. Sin embargo, su mayor legado reside en la forma en que supo transmitir los valores de humanidad, humildad, respeto y profesionalismo en cada relato y decisión. Su estilo discreto y elegante, alejado de protagonismos vacíos, lo convirtió en un referente ético y moral para generaciones de periodistas y deportistas.
Un defensor del patrimonio deportivo y cultural
Entre sus aportaciones más significativas estuvo su empeño en recuperar el valor del deporte y el Carnaval para la radiodifusión pública, apostando por mantener viva la historia y las tradiciones canarias. Además, su interés por la responsabilidad social se reflejó en su cobertura de eventos como el atentado en Atlanta 1996, donde mostró un compromiso por ofrecer una visión humana y respetuosa en momentos de crisis.
El legado de Domingo Álvarez trasciende las ondas
Aunque nunca buscó premios ni notoriedad, su labor dejó una huella profunda en el periodismo deportivo y en la cultura de los medios públicos en Canarias y España. Su estilo sobrio, su ética y su capacidad para narrar con sencillez y precisión establecieron un ejemplo que difícilmente será igualado. Como él mismo solía decir, su misión era ser un notario de la actualidad, reflejando con honestidad y respeto los hechos y las historias que marcaron su tiempo.
Que descanse en paz, Domingo Álvarez, un referente que recuperó el espíritu del deporte en la radio pública y que hoy nos deja un legado de integridad y pasión por contar historias.