No era el derbi canario, pero el motivo también valía la pena. Casi 330 personas de la isla vecina de Gran Canaria llegaron el pasado sábado, sobre la una de la tarde, a la capital tinerfeña a bordo del barco de Naviera Armas para disfrutar de la fiesta en la calle con la celebración del Carnaval de Día. Una experiencia que colapsó la terminal de llegada del ferry en el puerto capitalino de cientos de mascaritas preparadas para pasarlo en grande.
La experiencia, que organiza desde hace tres años el grancanario Juan Quintana, ha ido cobrando cada vez más adeptos. “Empezamos siendo 50 personas y este año se han apuntado 327, e inclusive se quedó gente fuera por falta de plazas contratadas con el barco”, explicó el promotor de la iniciativa.
Quintana subrayó que la mayoría de los integrantes de este grupo carnavalero grancanario son personas de más de 50 años de edad, familias y algunos niños. Un viaje de diversión que, pese a los tradicionales piques entre islas, solo persigue disfrutar “del Carnaval de Día de Santa Cruz, que es de los mejores organizados y en el que se puede disfrutar de la fiesta con total seguridad”, afirmó.
El organizador de esta excursión de mascaritas grancanarias explicó que ha tardado dos meses en preparar este viaje en barco, pues por 15 euros por persona, al ser grupo mayoritario obtienen descuentos en el precio del pasaje. “Cuando comencé hace tres años con esta iniciativa, los que se apuntaban eran familia o amigos, pero ante el éxito que ha ido cogiendo ya se ha creado un grupo a través de las redes sociales donde se va ofreciendo información a los interesados”, comentó Quintana.
Un Carnaval que une islas a través del mar porque “al final todos somos canarios”, destacó el promotor de este curioso viaje, de ida y vuelta en el mismo día, cuyo objetivo es pasar un día de fiesta entre amigos bailando y riendo por las principales calles de la ciudad.
Al caer la noche, el barco de Armas volvió a llenarse de mascaritas rumbo a Gran Canaria.
Mónica Ledesma