
En vísperas de las grandes galas del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, la reconocida firma de diseñadores Cavi Lladó ha querido dar un emotivo giro a la tradición. Lejos de centrarse únicamente en la competición, ha decidido rendir un homenaje colectivo a todas las candidatas que han lucido sus diseños a lo largo de diferentes ediciones, destacando el valor de la participación por encima del resultado final.
A través de una publicación en Instagram que ha calado hondo en la comunidad carnavalera, la firma ha creado una galería visual donde desfilan nombres y fantasías que forman parte de su historia reciente. Entre ellas destacan Mayte Gutiérrez Febles (2023) con “Flor de Luna”, Noemí Albelo Fernández (2025) con “Quédate conmigo”, representando a Bonnet Suministros y Maquinarias SL, y Luz Vanessa Alonso González (2019) con “Un presente con historia”, esta última creada en colaboración con los diseñadores Carolina Hernández y Víctor Díaz.
El significado detrás del homenaje
Este reconocimiento trasciende el gesto protocolario para convertirse en una declaración de principios. Según explican desde el sector, el tributo obedece a tres pilares fundamentales:
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Reconocimiento colectivo: En una fiesta donde normalmente solo se corona a una ganadora, esta iniciativa visibiliza el esfuerzo de todas las participantes.
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Valoración del arte textil: Las fantasías carnavaleras son obras de arte efímeras que requieren cientos de horas de trabajo y una gran especialización.
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Fortaleza comunitaria: La firma refuerza su vínculo con el ecosistema carnavalero, destacando el aspecto colaborativo frente al competitivo.
Un puente entre tradición y modernidad
El gesto de Cavi Lladó representa una evolución significativa en la manera de entender el Carnaval contemporáneo. Mientras mantiene intacta la espectacularidad de la gala, introduce elementos de reconocimiento colectivo que enriquecen la tradición.
Como señalaban desde la firma en su publicación, “cuando caen los focos y se escuchan los últimos aplausos, quedan los retratos, las imágenes, las fantasías y las emociones”. Un recordatorio de que detrás de cada cristal y cada pluma hay historias de esfuerzo, ilusión y talento que merecen ser celebradas, lleven o no corona.