La historia de Arrecife y una de sus figuras culturales más queridas, Óscar Torres Perdomo, se unieron para siempre este jueves con la inauguración de la Plazoleta Óscar Torres Perdomo, un espacio creado junto a la sede de la Parranda Marinera Los Buches, en el barrio de Argana Baja. El acto, íntimo y emotivo, contó con la presencia del homenajeado, su familia, amigos y representantes municipales.
Este reconocimiento materializa el profundo vínculo que une al maestro jubilado con la ciudad. Durante décadas, Torres ejerció la docencia en el Colegio Capellanía del Yágabo, forjando a generaciones de arrecifeños. Además, su labor trasciende las aulas: como cronista oficial del Carnaval de Lanzarote y un infatigable investigador, ha dedicado su vida a recopilar y salvaguardar la memoria de la capital y otros municipios de la isla.
Fue precisamente la Parranda de Los Buches, una agrupación con la que ha colaborado estrechamente en la recuperación de su patrimonio inmaterial —como pregones y su amplia historia—, la que impulsó la iniciativa. Solicitaron al Ayuntamiento de Arrecife la creación de este rincón en los terrenos anexos a su sede, una petición que fue inmediatamente atendida.
El alcalde de Arrecife, Yonathan de León, asignó operarios de la Concejalía de Obras Públicas para dar forma al proyecto. El resultado es un espacio accesible y acogedor, adoquinado, que cuenta con un banco y un árbol joven que, con el tiempo, proporcionará una frondosa sombra a vecinos y visitantes.
Durante el acto de descubrimiento de la placa, el alcalde Yonathan de León puso en valor la doble faceta de Óscar Torres: la de educador de gran parte de la ciudadanía y la de concejal que, en su día, también sirvió desde la política municipal. “Desde ahora, los vecinos y vecinas conocerán más de cerca su contribución para que gran parte de nuestra historia insular se divulgue en las webs que lanzó”, recordó el regidor, destacando el papel pionero de Torres en la difusión digital del patrimonio lanzaroteño.
La nueva plazoleta no es solo un lugar de paso, sino un punto de encuentro y memoria. Un sitio donde, bajo la sombra futura de un árbol y con el nombre de Óscar Torres presidiendo el espacio, Arrecife agradece a uno de sus hijos más apreciados el haber tejido, con paciencia de maestro y rigor de cronista, el relato vivo de la isla.