El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife comienza a tomar forma bajo un nuevo clima de diálogo y consenso. El concejal de Fiestas, Javier Caraballero, ha iniciado las reuniones preparatorias de cara a la edición de 2026 atendiendo una vieja demanda de las murgas: mayor cercanía. Y lo ha hecho literalmente subiendo el nivel, trasladando los encuentros desde su despacho municipal a la terraza del Hotel Plaza, con vistas a la plaza de la Candelaria, epicentro histórico de las celebraciones.

La primera jornada de trabajo, celebrada el lunes 7 de julio, reunió a agrupaciones de mayores, grupos coreográficos y murgas adultas. En un ambiente distendido, se debatieron propuestas clave, como la reorganización del esperado Concurso de Murgas Adultas, con el objetivo de aligerar su duración y mejorar la experiencia del público.

Cuatro fases y una final pendiente de fecha

La principal novedad planteada por Caraballero es el aumento de tres a cuatro fases en el concurso de murgas adultas, lo que implica reprogramar la fecha de la final. Aunque se barajan distintas opciones, la más respaldada por los participantes sería celebrar las fases entre el lunes 26 y el jueves 29 de enero de 2026, y dejar la gran final para el sábado 31.

No obstante, existen otras alternativas sobre la mesa: una propone retrasar la final al viernes 6 de febrero, lo que ha generado división de opiniones por romper con la tradición de concentrar todas las actuaciones en la misma semana. Una tercera opción sugería adelantar las fases, comenzando el domingo 25, tras mover el concurso de grupos coreográficos al sábado 24 y celebrar las murgas infantiles entre semana. Esta última fórmula, sin embargo, fue descartada casi por unanimidad, pues se consideró inadecuado relegar a los más pequeños a días laborables.

El reto de reorganizar el calendario

Además del cambio en el formato del concurso de murgas, se avecinan negociaciones con las agrupaciones musicales, que se resisten a perder el tradicional sábado de su certamen. Esto podría chocar con la intención de ubicar la final de murgas adultas ese mismo día, lo que convierte a este colectivo en el próximo foco de debate dentro del ajustado calendario.

Mejoras técnicas y ajustes en las bases

El director de los concursos, Yeray Piñero, junto a la responsable artística Paula Álvarez, anunció avances con el objetivo de dotar al Carnaval de una estética más televisiva, inspirada en formatos como Eurovisión. También se introducirán cambios menores en las bases del concurso, como la eliminación de la cláusula que garantizaba plaza a la murga ganadora del Norte, dado que ya se permite la inscripción libre, siempre dentro del límite de 24 grupos.

La revelación de los finalistas se hará pública al finalizar la cuarta fase, independientemente del orden de actuación, para aumentar la emoción. Además, se apuesta por convertir la entrega de premios en una auténtica ceremonia, dejando atrás el estilo más sobrio y tradicional.

Un Carnaval que se adapta

Las reuniones continuarán el miércoles 9 de julio, con las agrupaciones musicales (19:00 h) y las comparsas (20:30 h) como protagonistas. El lunes 14 será el turno de las rondallas, murgas infantiles y la modalidad de Canción de la Risa.

Mientras tanto, ya se han alcanzado algunos acuerdos importantes. En los grupos de mayores se confirmó su participación en la Gala correspondiente, y los grupos coreográficos aceptaron reducir su tiempo en escena de diez a ocho minutos. Asimismo, se perfiló el esquema artístico de la Gala Infantil, en la que participarán los tres primeros premios de Interpretación, y el resto de colectivos presentará dos números inéditos.

El concejal ha dejado claro que busca consenso, pero también ha recordado que, al final del proceso, será él quien asuma la responsabilidad de las decisiones finales. Con los ánimos templados y el diálogo abierto, el Carnaval 2026 comienza a configurarse con el espíritu de renovación como bandera.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *