Juan José Monzón Gámez, presidente de la comparsa decana Los Rumberos, ha expresado su indignación tras comprobar cómo están siendo retiradas las mejoras que la agrupación realizó por su cuenta en la fachada de su local en el Mercado del Barrio de la Salud.
Un esfuerzo económico y humano despreciado
El dirigente explicó que, ante la falta de respuesta del Ayuntamiento a sus reiteradas solicitudes de reparación, la comparsa invirtió unos 400 euros en materiales y dedicó varios fines de semana de octubre de 2024 a trabajos voluntarios para frenar los problemas de humedad.
“*Lo que nos costó 400 € de material + el trabajo desinteresado de nuestros componentes… Ahora lo están picando todo*”, lamentó Monzón en sus redes sociales, acompañando el mensaje con la expresión “¡A CHICORIA!” –en referencia al famoso humor de Les Luthiers– para reflejar su frustración.
Falta de comunicación institucional
El presidente de Los Rumberos criticó la falta de diálogo por parte del Consistorio: “Miren que pedimos al Ayuntamiento durante años que arreglaran la fachada. Que nos lo hubieran dicho para no haber realizado este trabajo…“.
Esta situación genera además un problema de credibilidad interna, ya que Monzón se pregunta cómo podrá ahora motivar a sus miembros para nuevas mejoras: “¿Cómo les decimos a nuestros componentes que echen una mano para arreglar algo de nuestro salón?“.
Un símbolo del abandono a la cultura popular
El caso refleja las dificultades que enfrentan muchas agrupaciones carnavaleras para mantener sus sedes, dependiendo en muchos casos de esfuerzos vecinales ante la falta de apoyo institucional.
Los Rumberos, como comparsa decana, son un pilar de la fiesta chicharrera, lo que hace más llamativo que sus peticiones lleven años sin atenderse.
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