Un grupo de más de 20 residentes de la zona de Puerto-Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, se reunió el pasado sábado por la mañana en la plaza de Manuel Becerra. La concentración tenía como propósito manifestar su desacuerdo con la celebración de las noches de fiesta del carnaval de ‘Los Juegos Olímpicos’, que comenzará unas horas después en el parque de Santa Catalina con el tradicional pregón.
Juan José López, uno de los organizadores de la protesta, expresó que “nuestros derechos están siendo vulnerados”. Su intención es informar a los asistentes sobre las acciones que planean llevar a cabo para evitar que se repitan las molestias que ya experimentaron el año anterior. En esa ocasión, las festividades se trasladaron a la zona portuaria debido a las obras de la MetroGuagua, lo que llevó a los vecinos a recurrir a los tribunales, un proceso que aún está pendiente de resolución.
A medida que más personas se sumaban a la concentración, López compartió la dificultad de obtener apoyo, algo que considera crucial no solo para fortalecer la protesta, sino también para conseguir los recursos económicos necesarios para contratar expertos que realicen mediciones del ruido. Estas mediciones serían fundamentales para demostrar que el volumen de sonido producido durante las celebraciones nocturnas excederá los límites legales, lo que podría respaldar la acción judicial que planean emprender.
“No se trata solo de incomodidades, sino de salud”, aseguró Josu Chasco, uno de los asistentes que se siente afectado por la decisión del Ayuntamiento, la cual sostiene no fue discutida con los vecinos. Además, enfatizó que el evento no se limitará a una sola noche, sino que se extenderá durante siete días consecutivos.
Chasco mencionó que ya han recaudado 1.500 euros de otros vecinos que comparten su oposición a que las festividades nocturnas se centren en esta área de la ciudad, que ya enfrenta un considerable nivel de ruido.
Entre las propuestas discutidas durante la concentración se planteó la creación de una cuenta para sumar apoyos y trabajar juntos hacia un objetivo común: asegurar un descanso adecuado para todos los residentes.