Detrás del espectáculo vibrante del Carnaval Internacional de Maspalomas late un complejo dispositivo que garantiza su éxito. Mientras los asistentes disfrutan del colorido desfile, cientos de profesionales trabajan coordinados para mantener el orden y la seguridad. El reciente documental PAPALIMA24 desvela los entresijos de esta operación que convierte el evento en un modelo de organización a nivel mundial.
La planificación comienza meses antes, con un minucioso diseño que contempla todos los escenarios posibles. Seis kilómetros de recorrido, más de cien carrozas y alrededor de 350.000 personas requieren una logística impecable. En el centro neurálgico, el Puesto de Mando Avanzado coordina en tiempo real el movimiento de las carrozas, el tráfico periférico y cualquier incidencia mediante un sistema de 25 cámaras de vigilancia y seguimiento por GPS.
La tecnología juega un papel clave en la seguridad. La unidad Dragón de la Policía Local opera drones equipados con cámaras térmicas, focos y altavoces para monitorizar la multitud desde el aire. Mientras, patrullas dinámicas y puntos fijos de control aseguran el flujo ordenado del desfile. Cada detalle cuenta, desde la inspección de las estructuras escénicas hasta la revisión de los disfraces para detectar posibles riesgos.
Los bomberos complementan este dispositivo con equipos especializados en rescates verticales y acuáticos. Sus autoescalas de 32 metros y drones acuáticos están preparados para intervenir en cualquier emergencia. La prevención es prioritaria: revisan escenarios, verifican anclajes y supervisan instalaciones eléctricas para evitar incidentes.
La movilidad representa otro desafío mayúsculo. Un plan de transporte minucioso prioriza el uso de guaguas y taxis, mientras se monitoriza constantemente el tráfico. La coordinación con empresas turísticas permite gestionar eficientemente la llegada y salida de visitantes. Cuando termina la fiesta, los servicios de limpieza actúan con precisión para devolver las calles a su estado habitual antes del amanecer.
El documental destaca el factor humano como elemento diferenciador. La vocación de servicio y el trabajo en equipo transforman este despliegue técnico en una operación impecable. “Días como este dan sentido a nuestra profesión”, afirma un agente, resumiendo el orgullo compartido por todos los implicados. Más que un carnaval, Maspalomas ofrece cada año una lección magistral de organización y profesionalidad.