Cuando se trata de la Madre, el corazón siempre responde. Bajo esta convicción, la murga Los Desbocados se prepara para vivir una noche cargada de emoción y espiritualidad este viernes, cuando su canto vuelva a resonar como una oración en honor a la Virgen de Candelaria. Será hacia las 00:45 de la madrugada en el mismo lugar donde la Morenita visitó Cuesta de Piedra por última vez, en un encuentro que promete dejar huella en el corazón de todos los presentes.
Desde que la comisión de la visita soñó con este momento y extendió la invitación, Desbocados no lo dudó. Su “sí” fue inmediato, natural, surgido de esa fe que los une no solo como agrupación, sino como familia. Para ellos, cantar a la Virgen no es simplemente un acto protocolario; es una respuesta del corazón, un compromiso de amor y fidelidad que trasciende lo artístico para convertirse en devoción pura.
La murga, conocida por su entrega en el escenario, demostrará una vez más que su esencia va más allá del Carnaval. En sus voces se conjugará la fuerza murguera y la delicadeza de una plegaria, creando un momento único donde la tradición popular y la fe se fundirán en cada estrofa.
“Gracias, murga querida. Gracias, familia Desbocados, por tanto amor y tanta fidelidad”, expresan desde la organización del evento, que confía en que “la Virgen de Candelaria, Madre nuestra, escuche vuestros cantos y abrace con ternura todo lo que nace de vuestros corazones”.
Este encuentro se convierte así en un testimonio vivo de cómo la cultura canaria y la religiosidad popular se entrelazan, demostrando que la murga puede ser también un vehículo de espiritualidad y unión comunitaria.
Que su canto, cargado de fe y tradición, llegue hasta el cielo de Candelaria y permanezca en el recuerdo de todos los que tengan el privilegio de escucharlo.