El presupuesto municipal de Puerto del Rosario para 2026 ha abierto un nuevo frente político en la capital majorera. El Partido Popular (PP), en la oposición, ha presentado catorce enmiendas a unas cuentas que califican de desconectadas de las necesidades reales de la ciudadanía. Su crítica principal: el aumento del gasto en festejos frente a una reducción generalizada en partidas sociales y la carencia de nuevas inversiones estratégicas.
La portavoz del PP, Ana Padilla, ha señalado que las cuentas del grupo de gobierno, formado por Coalición Canaria (CC) y PSOE, “no dan respuesta a las demandas de las vecinas y los vecinos”. El análisis de los populares se centra en un desequilibrio presupuestario que, a su juicio, privilegia la fiesta sobre el bienestar. Destacan que la suma asignada a las fiestas patronales y al Carnaval asciende a aproximadamente un millón de euros. En contraste, estiman que la partida global para ayudas sociales directas —como vales de compra, ayudas al alquiler, becas escolares y apoyo a colectivos— ronda solo la mitad de esa cantidad, unos 500.000 euros.
Críticas a la falta de inversión y a la subida de impuestos
Más allá del gasto festivo, el PP carga contra lo que considera una ausencia de apuesta por obra nueva. “Se limitan a anunciar obras antiguas como las del bulevar de la calle Primero de Mayo o la eterna reforma en la biblioteca municipal”, afirman, reclamando proyectos de inversión que renueven y dinamicen el municipio.
La crítica fiscal es otro pilar de su oposición. Padilla advierte de que el presupuesto confirma “lo que más nos temíamos: que sablean a los vecinos con impuestos, especialmente a través del cobro de la tasa de basura”. En respuesta, una de sus enmiendas estrella propone una reducción de 1.500.000 euros en la recaudación prevista por este concepto, con el objetivo de aliviar la presión sobre las economías familiares.
Propuestas alternativas: asfalto, deporte y ayudas
Las catorce enmiendas populares buscan reorientar las prioridades del gasto. Entre sus propuestas concretas se incluyen:
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Mejoras en la iluminación pública en diversos puntos del municipio.
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Inversión en el reasfaltado de vías tanto urbanas como rurales.
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Refuerzo del presupuesto para la renovación de infraestructuras deportivas.
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Un incremento de las ayudas al alquiler, buscando paliar una de las preocupaciones sociales más acuciantes.
Con estas enmiendas, el PP trata de capitalizar el descontento que, según sus diagnósticos, genera un modelo de gestión municipal que antepone la celebración —con el Carnaval como ejemplo destacado— a la inversión en servicios públicos básicos y en el mantenimiento de la ciudad. El debate sobre los presupuestos pondrá a prueba ahora la cohesión del gobierno local y su capacidad para defender su hoja de ruta financiera para el próximo año.