El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, firmó el pasado miércoles una reorganización municipal que sitúa al concejal de Fiestas, Javier Caraballero, al frente del estratégico área de Participación Ciudadana. La decisión, formalizada mediante decreto, transfiere a Caraballero responsabilidades que hasta ahora ejercía el edil Javier Rivero, quien mantiene su gestión en Obras, Infraestructuras y Patrimonio Municipal.
La designación consolida la posición de Caraballero como uno de los ediles con mayor peso en el equipo de gobierno, al unir dos áreas sensibles y visiblemente interconectadas: la dinamización festiva de la ciudad y la gestión directa con el tejido asociativo.
Una cartera de amplio espectro
La nueva responsabilidad sitúa a Caraballero como responsable de los Centros Comunitarios, el Registro Municipal de Entidades Ciudadanas y la concesión de subvenciones para el funcionamiento de colectivos vecinales y sociales. Además, tendrá bajo su supervisión la cesión de locales municipales y la declaración de entidades de Interés Público para la ciudad.
Este movimiento adquiere especial relevancia si se considera que Participación Ciudadana actúa como mediador técnico entre los servicios municipales y los procesos que requieren implicación vecinal. Cuando estos procesos involucran a varias áreas o afectan a todo el municipio, el servicio asume un rol de tutorización y gestión directa.
Sinergias entre Fiestas y Participación Ciudadana
La unión de ambas concejalías bajo un mismo mando sugiere la búsqueda de sinergias en la gestión de eventos masivos y la relación con el tejido social. Caraballero se convierte así en el principal interlocutor con las entidades ciudadanas, al tiempo que conserva la planificación de la política festiva de la capital.
Esta fusión de competencias podría agilizar trámites para asociaciones que colaboran en la organización de eventos festivos, aunque también concentra en una sola figura decisiones clave sobre financiación, cesión de espacios y reconocimiento institucional de los colectivos.
La reorganización, que entró en vigor inmediatamente después de la firma del decreto, representa un cambio significativo en el organigrama municipal y refleja la apuesta de Bermúdez por Caraballero para fortalecer el vínculo entre el Ayuntamiento y la ciudadanía organizada.