El dibujante y diseñador Javier Nóbrega de la Cruz fue el artífice de dar vida al cartel del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife de la pasada edición, el dedicado a ‘Los coquetos años 50’. Pasados unos meses, valoramos con él aquella experiencia que le convirtió en protagonista de la fiesta.

– Recuerda el momento en el que tomó la decisión de crear un cartel para el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife? ¿Qué le empujó a participar en este reto?

– Realmente las cosas han ido cayendo por su propio peso. Crear la imagen de Bambones, mi murga, me llevó a colaborar con otros muchos colectivos. Son ya más de treinta los que cuentan con mi trabajo. Esto me hizo empezar a sonar como posible cartelista e incluso ejercer como jurado del cartel en el año 2014… hasta que recibo la llamada del pasado Concejal de Fiestas.

– Pasado el tiempo, ¿cómo presentaría usted mismo su creación?

– Creo que es un cartel alegre, que intenta representar lo esencial de nuestra fiesta que es el ambiente de la calle. Recrea el humor, a la hora de disfrazarse, de la gente de aquí y el vacilón que se respira en cada esquina durante el carnaval chicharrero. Creo que ese es nuestro signo de identidad y de lo que más nos sentimos orgullosos.

De hecho, ahora mismo, en esta situación que nos ha tocado vivir, creo que hace hincapié justamente en lo que más echamos de menos: la cercanía y la relación con los demás. ¿Quién no ha vuelto una noche de Carnaval a su casa recordando las bromas y las charlas que ha tenido, incluso con desconocidos, durante la jornada carnavalera?

– Como es misma visión hacia el pasado, ¿cómo cree que recibió el cartel la sociedad en general?

– Creo que hubo mucha gente que se sintió identificada. Estoy muy impresionado por la cantidad de felicitaciones, las llamadas y charlas con gente del carnaval a los que les parecía “estar dibujados” en el cartel. Otra cosa a tener en cuenta es la presencia que tuvo durante las fiestas… desde disfraces inspirados en el cartel hasta menciones, e incluso representaciones, en el concurso de murgas. Creo que ha sido un cartel muy vivo y muy cercano a nosotros.

– Para usted, ¿cuál es la esencia a la que no debe renunciar un cartel del Carnaval?

– Creo que cualquier cartel de una fiesta debe cumplir dos objetivos: uno es representar la fiesta tal y como es, para lo que parece una ventaja haberla vivido desde dentro y el otro objetivo es anunciar la fiesta de manera que la información llegue, pero de forma que te transmita ganas de participar y formar parte de ella… Como dijo Darío (“Palante Producciones”) de este cartel, que te dé “ganas de fogalera”

– En todo el tiempo en el que el cartel ha estado vigente, ¿cuál es el instante que más le ha emocionado?

– Ha habido muchos instantes que recordaré para siempre. El día de la presentación en Plaza de España, desde luego, por los nervios y por comprobar que se dibujaba una sonrisa en las caras de los que estaban presentes.

Otro gran momento fue cuando vi Santa Cruz “empapelada” con el cartel, supongo que en ese instante fui consciente de que estaba cumpliendo un viejo sueño.

Destacaría el concurso de murgas cuando veo a las Burlonas representando el cartel como un “cartel viviente”, ver tanta dedicación y detalle me hizo caer en la cuenta de que es una obra especial que ha calado.

Estar presente en la Gala de la Elección de la Reina como jurado porque me hizo sentir que he colaborado de una forma especial a engrandecer nuestra fiesta, a la que tanto queremos los chicharreros.

Como Profesor que soy, no puedo dejar de destacar la presencia del cartel en los colegios. Algunos han usado a los personajes para decorar aulas y pasillos. Me parece que los más pequeños han disfrutado de este cartel más que nadie.

El que una sociedad de tanta solera como el Círculo de Amistad XII de Enero, escogiera a mis personajes para decorar sus instalaciones es todo un orgullo.

Después hay un sinfín de anécdotas… gente disfrazada que te para por la calle para decirte “mira, como el del cartel”, conversaciones, saludos, felicitaciones… que no caben en una entrevista pero que forman parte de esta experiencia inolvidable para mi.

– Pongamos que un autor de un futuro cartel del carnaval, le pide consejo…

– Mi consejo sería que no pidiera consejo a nadie. Que no tenga miedo, que represente el carnaval que quiere y que sea fiel a sí mismo.

– ¿Qué supone para usted el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife?

– Mucho más que una fiesta. Recuerdos de mi familia, de mi infancia vestido de Superman en los cañones de paso Alto o sacándome la foto del burrito en Plaza del Príncipe, de perseguir a la Ni Pico Ni corto “por las calles del Toscal”, de mi adolescencia disfrazado de peluche con mi grupos de amigos, de mi madre y su arte para maquillarme de gitana, de tantos y tantos colectivos que han confiado en mí para que les dibuje su imagen, de Bambones entre los que tengo tantos amigos y a los que he dedicado (y dedicaré) una parte importante de mi vida… tengo la impresión de que podría seguir enumerando eternamente…

– Además, entre otras acciones, es también miembro de la murga Los Bambones… ¿Qué le queda por hacer en el Carnaval?

– Disfrutarlo mucho y no dejar de vivirlo en la calle.

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